Al respecto, los responsables del proyecto trabajarán para obtener materiales como el ‘sol-gel’, los aceites vegetales funcionalizados o los compuestos alquídicos, que por vez primera llevarán en su composición microorganismos, compuestos biológicos o enzimas que retrasen la degradación de la madera. En ese sentido, uno de los principales objetivos del proyecto es la identificación de los microorganismos implicados en la degradación de la madera, así como la de sus antagonistas.
La principal toma de muestras se ha realizado en la localidad berciana de Villavieja, donde se han recogido muestras de madera en descomposición de más de 60 especies vegetales, así como madera proveniente de edificaciones. Las muestras se han procesado y analizado durante un año en las instalaciones de Inbiotec para obtener microorganismos cultivables.
Además, las investigaciones también tuvieron lugar en la institución noruega Sintef, que se encargó de identificar el genoma de todos los microorganismos presentes. El proceso permitió seleccionar más de una docena de posibles microorganismos antagonistas, que se están integrando en los recubrimientos desarrollados para las primeras pruebas experimentales.
Socios de cinco países europeos
El consorcio de ProWood está compuesto por cinco socios de diferentes países europeos, entre los que se encuentran tres centros tecnológicos -Inbiotec (España), Sintef (Noruega) y Ppimc (Rumanía)- la Universidad Técnica de Freiberg (Alemania), y la empresa turca especialista en pinturas DYO. El proyecto, coordinado por Inbiotec, cuenta con un presupuesto de 1,58 millones, de los cuales 195.000 euros corresponden al propio instituto, que generará dos puestos de trabajo directos a tiempo completo vinculados a la iniciativa.
Actualmente, las compañías relacionadas con la gestión de bosques, el procesamiento de la madera o la fabricación de muebles dieron empleo dentro de la Unión Europea a un total de 3,3 millones de personas en el año 2014, de acuerdo con datos de la oficina Eurostat. La investigación relacionada con la degradación de la madera se centra principalmente en dos procedimientos: acelerar esa degradación o bien encontrar mecanismos que eviten ese proceso. En el primero de los casos, conocido como biorefinería, se acelera la degradación para valorizar productos de origen vegetal, mientras que en el segundo, se previene la degradación, algo que provoca que se tengan que usar, en muchos casos, productos tóxicos.
25 años de experiencia
En sus más de 25 años de experiencia en el desarrollo de soluciones biotecnológicas de I+D+i dirigidas al incremento de la competitividad en diferentes sectores, los 18 laboratorios de Inbiotec han participado en once proyectos de cooperación dentro de los programas marco de la UE, de los cuales cuatro están en activo actualmente.
Además, el instituto ha participado en más de 45 proyectos nacionales, 15 proyectos regionales y más de 38 de contratación directa con empresas privadas. Esta experiencia se sustenta en más de 350 artículos científicos, 45 tesis doctorales, 25 trabajos de fin de grado y máster y 15 patentes.