El primer ‘reality’

05/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Guardar
Regreso de la primera parte de las vacaciones con las pilas cargadas y sorprendido porque las opiniones no paren en verano. Todos descansaríamos más si a los españoles se les prohibiera dar su opinión al menos un par de meses coincidiendo con el calor para evitar consejos para pasarlo de la mejor manera posible (recuerden beber agua y no salir a la calle en las horas centrales del día).

El caso es que en este tiempo de descanso he dedicado buena parte de mi ocio a marcar territorio en el sofá y enchufarme unas cuantas series de Netflix, entre ellas el documental sobre lo ocurrido en Alcásser en 1992. Yo, que era un enano en aquel entonces, no he sido hasta ahora demasiado consciente de todo aquello. Una vez enterado, me sorprende no haberlo visto en la universidad como un ejemplo de todo lo que no debe ser el periodismo.

Porque más allá del crimen en sí mismo, sin duda lo más grave del asunto fue el tratamientoinformativo que se le dio, convirtiéndolo en un verdadero ‘reality show’ antes incluso de que se inventara el término. Al frente, profesionales que contra todo pronóstico y ante el jucio de cualquier español con un mínimo aprecio por el rigor y desprecio al sensacionalismo, mantuvieron un respeto en la profesión del que me imagino algunos se arrepienten.

Eso sí, aún no tengo claro si ya no estamos tan mal o muchos están empeñados en hacerlo aún peor. Quizás ya no haya ‘Mississipis’, pero sigue habiendo retransmisiones en directo de rescates, seguimiento diario a familias de víctimas de cualquier tipo y en general morbo a granel especialmente por televisión.

Más allá de todo ello hay que reconocerle a Netflix lo acertado de su proyecto, que además ha gozado de la mejor publicidad. En una semana encuentran restos en la fosa donde aparecieron las niñas y fallece quien dice tener la prueba que cambiaría completamente el caso.
Lo más leído