El premio se queda en casa

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña son distinguidos con el III Premio de fotografía taurina ‘Norberto Cabezas’ que concede la empresa Postigo por su labor de divulgación de la Fiesta en las contraportadas de La Nueva Crónica

Joaquín Revuelta
23/06/2016
 Actualizado a 16/09/2019
Fulgencio Fernández y Mauricio Peña, un binomio irrepetible del periodismo leonés. | LAURA PASTORIZA
Fulgencio Fernández y Mauricio Peña, un binomio irrepetible del periodismo leonés. | LAURA PASTORIZA
Desde que en 2014 se instaurara el Concurso de fotografía taurina que lleva el nombre del añorado fotógrafo leonés Norberto Cabezas, este galardón ha distinguido a profesionales de esta casa. El primero en recogerlo fue Mauricio Peña por su contribución a la divulgación de la Fiesta en La Nueva Crónica y en los medios en los que previamente ha trabajado este veterano fotoperiodista que acaba de ser reconocido nuevamente junto al redactor Fulgencio Fernández por el conjunto de contraportadas de temática taurina publicadas por este periódico desde su nacimiento en 2013. La entrega del galardón tendrá lugar este jueves a las 13:00 horas en el Camarote Madrid.

El segundo ganador del Concurso de fotografía taurina ‘Norberto Cabezas’ que concede la empresa de Gustavo Postigo ha sido el también redactor gráfico de La Nueva Crónica, Daniel Martín, por una espectacular imagen de 360º de la plaza de toros del Parque en una tarde de feria publicada en el portal digital leon360, lo que ha supuesto un novedoso acercamiento al mundo taurino que pone de manifiesto las infinitas posibilidades que hoy en día ofrecen las nuevas tecnologías.

Nadie duda de que la sección ‘A la contra’ que cada día publica La Nueva Crónica en su contraportada es una de las más seguidas y aplaudidas por los lectores, donde se contraponen dos miradas siempre curiosas e imaginativas sobre distintos aspectos de la realidad cotidiana que Mauricio se encarga de plasmar en una imagen casi siempre sorprendente y Fulgencio de interpretar con esa prosa suya tan coloquial y al mismo tiempo tan difícil de imitar. Fernández asegura que su comentario no pretende en ningún caso explicar la fotografía de Mauricio sino que proporciona una información adicional, dejando que sea el lector quien haga su propia interpretación de la imagen.

Fulgencio reconoce que la mirada especial siempre es la de Mauricio, porque cuando éste se apea del coche porque algo le ha llamado la atención Fernández rápidamente se imagina qué texto le podría poner, pero es consciente de que en el 95% de los casos no hay una correspondencia. "Por eso pienso que mi interpretación es solo mía y que las fotografías de Mauricio tienen sin embargo esas múltiples lecturas que el lector puede ir descubriendo".

En la concesión del premio, además de las contraportadas, seguramente han jugado un papel relevante las crónicas de la feria de San Juan y San Pedro que Fulgencio Fernández ha publicado en La Nueva Crónica durante estos últimos años, una actividad que retomará este mismo fin de semana con las dos corridas de toros y el espectáculo ecuestre del próximo martes programados por la empresa de Gustavo Postigo. "Siempre que acudo a la plaza me acuerdo de la primera vez que hice la crónica taurina y llegando al patio me vio Cabañeros y echándose las manos a la cabeza exclamó: ¡Ay Dios, la crítica taurina en manos de un antitaurino! A los toros me gusta ir con una hora de adelanto para ver llegar las furgonetas que traen a los toreros y escuchar lo que comenta la gente. Disfruto mucho en el patio, que es algo que, según Mauricio, el fotógrafo ha perdido porque todo el mundo va allí a hacer una foto y no le dejan realizar su trabajo. Sin embargo, para el que escribe sí que existen los ritos de los toreros, los gestos, sus rezos en la capilla, el trabajo de los subalternos... todo ese mundo previo a la corrida me gusta y además me sirve de inspiración para las crónicas que después publico en el periódico".

Fulgencio Fernández reconoce que afrontó esta nueva actividad como un reto personal y profesional, pues nunca ha sido un fanático de la Fiesta, por lo que considera que este reconocimiento que le llega a Mauricio Peña y a él, y que lleva el nombre de un compañero de profesión, como fue Norberto Cabezas, lo es en realidad a Perelétegui. "Sustituir al maestro en la crónica taurina supuso un reto para mí, porque nunca hubiera podido escribir con la ortodoxia taurina con la que él lo hacía y ello me obligó a adoptar un estilo muy diferente pero que a la vez pretendía ser un gesto de cariño hacia él", comenta Fernández, cuya crónica sobre una actuación de Juan José Padilla titulada ‘El torero que mató a la muerte’ sigue siendo muy recordada. "La verdad es que la crónica fue creciendo, aunque si tuviera que señalar un punto de partida éste fue el programa radiofónico de Manolo Molés donde Padilla iba relatando toda su peripecia de la escalofriante cornada sufrida. El día de su actuación, como era costumbre en mí, le vi llegar con su cuadrilla en la furgoneta, fue directo hacia la capilla, donde permaneció un largo rato, se santiguó varias veces y a una persona que se le acercó le dijo una frase que se me quedó grabada: esto se trata de matar, a ti o al otro, incluso a la muerte. Sobre esa idea construí una especie de romance, el del hombre que mató a la muerte".
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