El polígono industrial de Puente Castro tendrá concluida su primera fase en 2025

El Ayuntamiento de León tendrá este año el planeamiento urbanístico aprobado para poder obtener el suelo antes de iniciar la construcción en tres fases con 25 millones de inversión

Alfonso Martínez
15/02/2023
 Actualizado a 16/02/2023
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El alcalde de León, José Antonio Diez, ha analizado este miércoles los avances que se están registrando en la tramitación del nuevo polígono industrial de la ciudad, que estará ubicado en las inmediaciones de Puente Castro y la carretera de Villarroañe, es decir, con buenas comunicaciones con la circunvalación de la ciudad y con las vías de alta capacidad que enlazan con Valladolid, Burgos, Madrid o Asturias.

El proyecto incluye el desarrollo de 1,2 millones de metros cuadrados de suelo, de los que más de 615.000 estarán destinados a parcelas para la instalación de actividades económicas y productivas.

Diez ha explicado que ya está aprobada de manera inicial la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para articular el desarrollo del sector y que a lo largo de este año culminarán los trámites ambientales para poder dar el visto bueno a un planeamiento que dará paso a la obtención de los terrenos por la vía de la expropiación o de los convenios con los propietarios. Todo ello para que en 2025 pueda estar operativa la primera de las tres fases en las que se ha planteado la construcción del polígono con una inversión total de 25 millones de euros en la que podrían participar también las empresas interesadas en instalarse. Esta primera fase sería la situada más al norte, a priori más atractiva para los inversores por sus mejores accesos desde las autovías.

El alcalde ha comparecido acompañado por el concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete, del técnico municipal Miguel Figueira y de Andrés Rodríguez Sabadell, del estudio de arquitectura Rodríguez Valbuena, que se ha encargado de redactar la modificación del Plan General de Ordenación Urbana.

Esta planificación ha tenido en cuenta la integración urbanística de las naves de las empresas que actualmente funcionan en el sector, además de otros elementos preexistentes como las líneas de alta tensión, los arroyos o los restos romanos, que quedarán enclavados en zonas verdes.
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