El Pilar y cierra la lucha

Boñar es el único Ayuntamiento que habitualmente celebra dos corros –San Roque y el de la feria de El Pilar– y con el segundo de ellos cierra la competición de la regularidad

Fulgencio Fernández
29/07/2020
 Actualizado a 29/07/2020
Muchas esperanzas tienen en Boñar en Cristian, de momento las alegrías se las da Tomasuco el de La Vecilla.
Muchas esperanzas tienen en Boñar en Cristian, de momento las alegrías se las da Tomasuco el de La Vecilla.
«Por favor, los ya campeones de Liga salgan al centro del corro para la fotografía para la perpetuidad»; suelen ser las últimas palabras de la megafonía de los corros para despedir el año en el Corro del Pilar de Boñar, habitualmente la última cita de la Liga de Verano, aunque en alguna edición se celebró otro posterior en alguna Casa de León, pero no parece lógico jugarse una Liga, que ocurrió en ligeros, a muchos kilómetros de León.

Con este corro del Pilar hace doblete Boñar, siendo el único pueblo que organiza dos corros, este de cierre y el del 16 de agosto, San Roque, otra cita de gran tradición en la Era de Moro.

Había sido Boñar otro de esos pueblos «escaparate», con corros para la historia, algunos finalizados a oscuras y altas horas de la madrugada, pero tampoco había tenido grandes luchadores propios, tan solo unos pocos de cierto nivel, no campeones.

Pareció llegar a solucionarlo Álvaro Sánchez, Alvarito, un luchador que ganó corros pero lastrado por su poco peso. Poco a poco lo fuimos perdiendo pues sus éxitos en judo, a nivel nacional, le fueron alejando de la lucha e involucrándose cada día más en el judo.

Con la ‘depresión’ de su  ausencia irrumpió en la lucha el joven Cristian González, un portento físico y un chaval que entrena como pocos, pero se le han torcido las dos últimas ligas. En 2018 se empeñó en luchar en semipesados y cuando ya vio que no podía, en agosto, subió a pesados y protagonizó una espectacular remontada al líder, Omar Liquete, al que recortó cincuenta puntos a base de ganar corros... pero cuando lo tenía a dos puntos algo le ocurrió, perdió corros inexplicables, con rivales ‘no directos’, como Goyo el de Villamuñío... Y perdió la Liga. El año pasado se lesionó y el trabajo le impedía ir a muchos corros... año casi en blanco.

Mientras ‘cuaja’ Cristian, Boñar se entrega a Tomasuco, con doble nacionalidad con La Vecilla, pues su padre, Ramiro, tiene un bar en Boñar y él pasa allí mucho tiempo. Vibra el corro con él y las peñas gritan ¡Uco, Uco!
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