El personaje que es el autor del libro

El profesor Souto es un personaje quijotesco, forjado desde su origen en la dicotomía cordura-locura, que siempre ha estado al servicio de los intereses literarios de su autor. Como en el caso cervantino, es una criatura apasionada por la aventura, que nunca ha cejado en su empeño y ha continuado en la estela de la moral del fracaso inaugurada por Don Quijote». Ésta es la definición que del profesor Souto ofrece la profesora Ángeles Encinar, de la Saint Louis University, en su esclarecedor prólogo de la última obra del leonés José María Merino, el volumen de relatos titulado ‘Aventuras e invenciones del profesor Souto’.

¿Yquién es el profesor Souto?Ahí radica el secreto, el misterio y hasta el dilema del libro. "Souto hace siempre lo que le da la gana: aventura e inventa más allá de su creador. Es el privilegio y el tributo de José María Merino. Podríamos decir que Souto es un auténtico personaje ficticio, tan versátil que mantiene una estrecha amistad con su creador a lo largo del tiempo y de las páginas de sus libros". Da la impresión de que es un personaje que se le ha ido de las manos al autor, de ahí que la citada Encinar haya titulado el prólogo "¿El profesor Souto, Alter ego o suplantador?". Lo más apropiado es leer el libro y cada cual decida.

Y José María Merino, que algo debe saber del asunto, ¿qué opina?: "El profesor Souto es un auténtico personaje ficticio con el que tengo una antigua amistad y que, en cierto modo, como en muchas cosas se parece a mí, considero que forma parte de mi propia naturaleza...Pero él es él y yo soy yo, que conste".

Las más de 300 páginas de este volumen de José María Merino (¿y Souto?) recogen relatos de todo tipo, desde el microrelato a la novela corta y un buen número de cuentos. "A mi juicio, es difícil encontrar un personaje que esté dispuesto a tanta versatilidad como Souto en este libro. Y todo fue consecuencia de que, cuando publiqué en libro el primer cuento en el que aparece –Las palabras del mundo—, le cambié el nombrepues originario coincidía con un lingüista de la universidad de Salamanca yllamarlo Souto fue como un conjuro. De vez en cuando se me ocurre un cuento, o una novela corta, o un cuentín, o un ensayito, y el profesor Souto se me presenta de improviso para decirme “Merino, eso es mío. Entro”. Y yo le dejo entrar, encantado, además, porque él hace el trabajo".

Una singular relación que permite a Merino seguir viajando por esos caminos de la experimentación que tanto le gustan y practica, ahora manteniendo la duda de quién es Merino y quién es Souto: "Rimbaud lo intuyó genialmente. Quien diga que no es otro es un embaucador, o sea, la inmensa mayoría de los seres humanos. Pero yo soy una persona seria, no quiero engañar a nadie: soy otro continuamente...¿Quién se cree usted que escribe mis textos? Yo hago la declaración tributaria, paso de vez en cuando por el quirófano, vivo la progresiva destrucción del planeta, soporto la avaricia de sus destructores... pero soy otro que sueña, escribe, siente el peso y el paso del tiempo, y el misterio de los innumerables lenguajes".

- ¿Y Souto qué opina de Merino?

- ¡Yo soy el profesor Souto! Y si me manifiesto ahora es porque estoy ya harto de su reticencia. Merino no se ha portado mal conmigo, tiene buena voluntad, aunque no acaba de entenderme del todo.

En definitiva, un lío.