El peaje del Ademar

Compaginar ‘Champions’ y liga ha sido siempre motivo de dolores de cabeza para el Ademar. Hasta en las mejores épocas, con plantillas largas y llenas de estrellas, esas semanas encadenadas con dobles partidos traían consigo pinchazos inesperados y amagues de crisis.

De nuevo este año está pasando. Irregular, capaz de lo mejor y de lo peor, alternando imágenes muy positivas como ante Bucarest o Granollers con otras muy negativas con Bidasoa y Teucro.

Así están yendo los de Rafa Guijosa, en una ‘montaña rusa’ que a pocos debe sorprender y que más bien responde a la lógica si a una plantilla que perdía potencial y efectivos con respecto a la del año pasado se le unen la acumulación de lesionados y tocados que están dándose en este arranque de liga.

Es el peaje a pagar hasta diciembre. Ese en el que las cuentas apuntan a perder la mínima distancia posible con los rivales directos para que en la segunda vuelta, ya sin la vorágine europea, se les pueda dar caza como el año pasado. Ese que demuestra lo esperado en verano, que sin Costoya y Piñeiro (nada se puede echar en cara a Slavic y Biosca como para hablar de Cupara) el equipo iba a ir justo y el margen de error ante problemas en los hombres clave sería casi nulo.

Es momento de tener paciencia, pero también de buscar unas soluciones que en el caso de que la lesión de Juanjo Fernández sea de larga duración se antojan complicadas. Ni Mosic ni Pesic, hoy por hoy, pueden acercarse ni de lejos al nivel del manchego en el centro de la defensa. El mercado, aunque pudieras ir a él con lo que te ahorraras de su ficha, se antoja como una opción necesaria si quieres cumplir tus objetivos pero tremendamente complicada a estas alturas.

Eso forma parte del futuro. Ahora, sin la presión liguera, toca disfrutar y soñar con vivir otra de esas grandes noches europeas del Ademar. Por jugadores, el Wisla Plock es de otra galaxia, pero torres más altas han caído. Viendo a Carlos Ruesga dar el partido hace unas semanas al Sporting de Lisboa con el reloj a cero, era inevitable recordar su tanto con la elástica ademarista ante el Kiel. ¿Por qué no pensar que mañana nos dejarán otra de esas imágenes para el recuerdo?