El 'parón' de los inspectores también afecta al control de agua potable en los pueblos

El ‘parón’ en el programa de inspecciones rutinarias o habituales por parte de la Junta de Castilla y León en el ámbito de la seguridad alimentaria también afecta al agua potable de las captaciones de los pueblos leoneses. Y es que desde que se decretó el estado de alarma ningún municipio ha recibido la visita de la inspección oficial para comprobar los registros de cloraciones o los informes de análisis pertinentes.

Cabe recordar en este punto que aunque no se hayan producido las visitas de control rutinarias o programadas por parte de la autoridad pública, cada ayuntamiento o junta vecinal o empresa concesionaria del servicio de agua potable debe realizar análisis periódicos y anotar en un libro diario los registros e incidencias que se produzcan. Este registro, como ocurre con los manuales de autocontrol o de análisis de puntos de control crítico de las industrias alimentarias, debe estar siempre a disposición de la inspección.