El Palacio de Gaudí restaura la estatua de Santiago Peregrino

La escultura, de madera policromada, data del siglo XVII y estará expuesta en una sala dedicada al Camino de Santiago, dada la relevancia de este recurso

P. Ferrero
26/07/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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El Palacio de Gaudí de Astorga, coincidiendo con el Día de Santiago Apóstol, este jueves día 25, ha dado a conocer la nueva obra que se ha acometido recientemente para sumar atractivos a este espacio. En este caso se trata de la restauración de la estatua de Santiago Peregrino, una pieza que recoge el Museo de los Caminos, del siglo XVII, elaborada en madera policromada y procedente de Labaniego, cuyos trabajos han corrido a cargo de Proceso Arte8 y dirigidos principalmente por Luisa Castillo Vela. Esta restauración se enmarca dentro del proyecto del Palacio de Gaudí para la recuperación de piezas del Museo.

Desde el Palacio explican que esta escultura presentaba, aparte de los problemas derivados del paso del tiempo, grietas de especial importancia en la cabeza y manos de Santiago, que han sido completamente reparadas y puede apreciarse el esplendor original de la talla. Una de las grietas más profundas se encontraba en la parte frontal de la escultura desde el sombrero hasta la ceja, por toda la frente. El equipo se ha encargado de cerrar las grietas, así como de aplicar un tratamiento natural para la conservación de la madera.

Asimismo, apuntan que la obra también había sufrido pérdidas de la policromía original, así como la suciedad en el dorado y las partes de rostro y manos. «La obra representa a Santiago sentado, pero un momento, no sabemos cuándo, fue mutilada la parte de atrás para, posiblemente, encajarlo en un espacio que les convenía», explica la restauradora Lusica Castillo. En la actualidad se ha fabricado a medida una peana para Santiago Peregrino que preside la sala del Provisorato, dedicada al Camino de Santiago; un espacio vinculado a la trascendencia del fenómeno santiaguista en la diócesis asturicense.

Destacar que una de las sorpresas que se encontró el equipo de restauración durante el trabajo fue la aparición de la datación de la policromía de la escultura, ubicada en las hojas del libro que sostiene Santiago Peregrino en la mano izquierda. Estos datos permiten conocer con mayor exactitud su ejecución, que según las hojas de este libro, la fechan en 1694.

A partir de ahora, la escultura lucirá como nueva en la sala ‘El Camino tras la huella de Santiago’, que rinde homenaje a todos los peregrinos. Además, el Museo de los Caminos de Astorga también posee entre sus muros la verdadera Cruz de Ferro de Foncebadón, según señalan desde el Palacio. Allí acuden cada día cientos de peregrinos acuden a contemplar esta pieza de gran simbolismo para el Camino de Santiago.
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