El otoño también llega al Templum Libri

Que el Castillo de los Templarios de Ponferrada esté batiendo este año todos los récords de visitas –según la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo, 120.000 personas han pasado por la fortaleza templaria en lo que va de año– no es solo por el aura que desprenden unos muros que han guardado durante casi un milenio la capital berciana.

Dentro, gracias a la colaboración del bibliófilo Antonio Ovalle, la historia cobra vida gracias a su colección, que se renueva y reinventa de forma continua con exposiciones temporales que permiten ver la historia de la comarca desde otro punto de vista.

Es el caso de la última, que bajo el lema ‘El otoño deshoja los libros más bellos’, presenta como esta estación, especialmente evocadora en el Bierzo, se ha representado en libros y facsímiles de todo tipo. Así, Ovalle abrió la visita con un pasaje del Quijote que sirvió para explicar como la naturaleza «es un ciclo en el que las estaciones se van sucediendo, un eterno retorno, todo lo contrario que la vida humana» para pasar a ver libros y grabados de todo tipo que recrean la vendimia, las castañas, las abejas, la caza o incluso como se hacía el carbón vegetal en los siglos XIII y XIV, costumbres y productos que sirvieron para escribir la historia del Bierzo.

En la muestra destacan diversos ejemplares facsímiles de la Colección Templum Libri como ‘El lapidario de Alfonso X El Sabio’ (siglo XIII) de la biblioteca del Escorial, ‘El libro de las utilidades de los animales’ (siglo XIV) o el ‘Tacuinum Sanitatis’ de la Biblioteca Nacional de Francia (siglo XV).

Junto a la veintena de libros, la muestra temporal se complementa con una decena de composiciones pictóricas relacionadas con el mundo natural del otoño, obras originales del artista Fernando Fueyo.