El otoño se abre camino en pleno mes de agosto

La galería de arte Alemi presenta a cinco artistas que se recrean en el paisaje y muchos de ellos se adelantan presentando obras en las que el otoño es la estación elegida

Vicente García
11/08/2021
 Actualizado a 11/08/2021
Emilio López ante su obra expuesta en Alemi. | VICENTE GARCÍA
Emilio López ante su obra expuesta en Alemi. | VICENTE GARCÍA
El pasado 31 de julio se inauguró con asistencia de dos de los artistas, en la galería Alemi la exposición colectiva que presenta a cinco pintores, quienes en su mayoría trabajan el paisaje y algunos de ellos se centran o prefieren la calidez del paisaje otoñal. La colectiva estará colgada hasta el 16 de agosto, siendo los artistas participantes: Ana Muñoz, Josep María Solá, José Domínguez, Emilio López y Javier Ruíz.

La pintora Ana Muñoz tiene una sensibilidad especial para plasmar los diferentes motivos que trabaja en una meticulosa labor de veladuras y capas superpuestas que dan a sus obras un aspecto neblinoso e irreal. Casi siempre pinta sobre tabla con acrílico y nos cuenta: «yo me inspiro mucho en los paisajes de otoño, casi todos mis cuadros son paisajes otoñales, grises. Me encanta el dibujo y por eso está todo tan bien construido». Tiene un cuadro en el que una mujer contempla el mar, a su vez en otro cuadro y sobre ello afirma: «últimamente me ha gustado mucho la idea del espectador, una mujer mirando un cuadro y yo soy espectadora de ese cuadro, porque me interesa estar aquí viendo este cuadro». Sus piezas son de gran sensibilidad y delicadeza con un intenso trabajo de veladuras que según nos cuenta «tienen muchas horas de trabajo, porque yo pinto como esos autores del renacimiento que pintaban capas sobre capas. Parto de un oscuro y voy sacando el color, por eso me gusta que seque pronto como el acrílico».El pintor Josep María Solá presenta una obra dedicada al paisaje y dominada por un realismo descarnado con fuertes contrastes y dominio del color de la propia naturaleza, un paisaje que capta del natural y que evita las corrientes modernas de la abstracción para plasmar paisajes figurativos en los que pone emoción y gusto. Como él mismo comenta: «no me da ningún miedo que me consideren fiel a las expresiones más clásicas del paisaje». Y en este ambiente otoñal este autor se sale de la norma y plantea paisajes veraniegos o primaverales, aunque en este caso también juega con el otoño en una de sus obras.Sus paisajes, en los que el azul del cielo reflejado en el agua contrasta con el gris de las montañas y el verde de los árboles y las praderas, unos tonos que se mezclan entre sí para conseguir unos paisajes llenos de vida y amor a la Naturaleza. Algunos le han querido encasillar en el hiperrealismo actual.José Domínguez presenta dos motivos muy diferentes. Por un lado, tres de sus cuadros se centran en la catedral de León con una pincelada segura y decidida mostrando toda su estructura y detalles más importantes dando una pizca de color frío. En cambio su obra neoyorquina, mostrando las calles de esta ciudad es muy diferente del resto y en tonos más cálidos. El de Nueva York es más colorista y los de la catedral leonesa tienen ese toque de los tres colores que indica el artista: «En el proceso de creación de los artistas siempre hay un punto de inflexión y he pasado de mi etapa del color a otra de tonos más grisáceos utilizando tres colores, el azul, el blanco y un poquito del bermellón». Y es la fuerza que provoca en los cuadros grises ese rojo fuerte lo que para el autor es un rasgo valiente que refuerza el cuadro, «esa valentía de ese rojo o gusta o no gusta, ahora, como te guste, arrasa. Ese toque rojo ahora mismo es mi sello». Es un pintor muy galardonado y de renombre en el panorama artístico internacional que ya ha pasado antes por la galería Alemi.

Emilio López expone cuatro óleos sobre tabla en los que se refleja fundamentalmente el otoño tanto en sus paisajes como en los bodegones. Es un pintor que ama las luces otoñales por lo que siginfican y según cuenta «es uno de los momentos del año que más me atrae».

Pinta del natural y a veces de fotografías, pero como dice: «lo que suelo hacer es comenzar el cuadro en el sitio y finalizarlo en mi estudio donde trabajo con tranquilidad». Entre sus piezas tiene una obra sobre un conocido faedo leonés que en otoño resulta espectacular.

En época de pandemia ha pintado mucho aunque no ha podido exponer todo lo que ha elaborado. Ha hecho alguna exposición colectiva pero poco más.

Javier Ruíz presenta cuatro obras sobre ciudades brumosas pintadas con tonos preferentemente grises, pero con bastante complejidad, y el crítico Luis Hernández del Pozo dice de su pintura: «Su obra con una temática paisajística está realizada en tonos fríos, azules grisáceos y ocres oscuros, sin que ello quiera decir que no hay otro tipo de colores en su obra, ya que el arco iris se asoma con timidez, pero con justeza hasta conseguir unos efectos realmente sorprendentes».

Se trata de una obra que quien la contempla la asume como algo propio porque el pintor, al modo de poeta ha puesto la emoción y sensibilidad en ella y una vez que la presenta al público éste la asume y la adapta a su propio sentimiento. Así lo que para unos puede parecer triste, para otros resulta alegre y mágico.

Una exposición que no dejará indiferente a nadie y que puede visitarse hasta el 16 de agosto en Alemi.
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