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El otoño que llega

06/09/2020
 Actualizado a 06/09/2020
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Nadie con cargo en el PP de León –las cargas son otra cosa– respira a pleno pulmón y sin ventilación asistida. La mayoría lo hace con el abanico en la mano. Quizás, el embajador de la Junta y presidente provincial del charrán –que por estos lares vuela bastante bajo– sea el único que, por el momento y con el reclinatorio de aquí para allá –siempre hay motivos para elevar plegarias– se atreva a exteriorizar, asomado al ventanal de la sede en el Paseo de Salamanca, algún que otro suspiro. Está a la sombra de Fernández Mañueco, el ‘amo’ regional, y eso le infunde un cierto sosiego. Tampoco exagerado. Los demás, que varios son, silbando para que no les pisen.

A últimos del pasado mes de julio, Francisco Vázquez, el secretario general de la organización conservadora en Castilla y León, anunciaba la inminente renovación de las estructuras territoriales del partido. Como diría José María García, ojo al dato. Y ojo al dato porque en este sentido la provincia leonesa está en el punto de mira de Mañueco. La lleva encarando desde hace tiempo con el índice pegado al gatillo. No hay gerente, no hay secretario general… ¿Qué es lo que hay en el PP de León? Pues poca chicha, oiga. Un despropósito de coordinación y una selva de injerencias. En definitiva, una desolación palmaria en las estructuras básicas del grupo.

Y lo que está muy claro es que la renovación –palabra ésta muy manoseada por quienes hicieron el caldo gordo a otro ‘amo’ muy poderoso y ante al que se plegaron con cortesanía indubitada– es un hecho. Y aunque todavía quedan tres años para las próximas municipales, el partido busca caras nuevas que puedan darle otro aire y frescor a las listas. De arriba abajo. Si le tocara irse a Silván –el ‘apuntador’ Vázquez así lo ha dejado entrever de forma sibilina–, sería deseable que no se lo comunicaran por teléfono a horas intempestivas –que son cuando se dan las malas noticias–, como hicieron de la forma más deleznable con Emilio Gutiérrez la noche de aquel conspirativo 27 de febrero de 2015. ¿Equivaldría a una patada en la entrepierna? Mejor proveerse de una robusta y ajustada coquilla. Por si acaso.

De todas las formas empiezan las carreras y las maquinaciones entre los ‘afectados’ y los ‘afines’ ya que el otoño va a ser duro y a cara de perro. Y, por otra parte, que también es cierto, hay alternativas sobradas para solucionar la papeleta de la regeneración. Hay banquillo. Joven y formado, que es lo importante y lo irrenunciable tanto para reflotar las siglas con garantías –el objetivo principal–, como para armar unas listas atractivas, serias y con tirón. En la capital y en buena parte de la provincia, naturalmente. El camino está marcado. Falta el desbroce.
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