Puri Lozano confiesa que «el documental nos encontró a nosotros» pues fueron los montañeros que descubrieron los dos esqueletos en una cueva de Arintero en 2006 los que a través de un amigo común se pusieron en contacto con los responsables de El Búho Viajero a fin de conmemorar a través de un documental el décimo aniversario de este importante hallazgo científico. «Ellos han mostrado un gran entusiasmo y cuando veas el documental notarás que transmiten muy bien las sensaciones que sintieron allí dentro y lo orgullosos y satisfechos que se sienten de haber contribuido a ello», destaca Lozano, que reconoce le estuvieron dando muchas vueltas pensando en los limitados medios de que disponían y en los puntos fuertes de una historia, cuyo punto de partida lógicamente es el hallazgo. «Las personas que lo llevaron a cabo nos cuentan quiénes son y que llevan haciendo desde hace 25 años», relata Lozano, para quien un segundo actor es el periodista Fulgencio Fernández, «al que los montañeros se dirigen para que les oriente hacia dónde deben dirigir sus pasos», llegando a la conclusión de la antigüedad del hallazgo gracias a una información del arqueólogo Jesús Celis. El siguiente paso es poner en conocimiento del arquelógo de la Junta, Julio Vidal, los restos encontrados en la cueva. El eco de la noticia a través de los medios nos devuelve de nuevo al redactor de La Nueva Crónica y también a Luis Grau, director del Museo de León, que se hace eco de las dos exposiciones que tuvieron lugar en el museo, la primera con la muestra de los dos esqueletos de La Braña, de siete mil años de antigüedad, y una segunda en 2014 con el individuo mesolítico conocido como Braña-1 aprovechando el revuelo que se montó a raíz de conocer que estos hombres tenían ojos azules y la tez oscura.
Puri Lozano también quiere destacar las aportaciones de María Encina Prada, que realizó el estudio antropológico, y Carles Lalueza-Fox, que descubrió el genoma preneolítico. «Me ha llamado la atención que a través del estudio de un diente se sepa por ejemplo que todas las enfermedades infecciosas que tenemos ahora provienen del primer contacto con animales domésticos», reconoce Lozano, para quien el hallazgo ha tenido una gran repercusión en la comunidad científica internacional. «Desde que Carlos Lalueza-Fox hizo sus estudios del genoma se han descubierto como unos treinta, pero siempre nos quedará el orgullo de que los de La Braña fueron los primeros», concluye.