El Olimpo o Triunfo de Venus. Tiepolo

Tiepolo es el gran artista de los frescos del Palacio Real de Madrid y de otros palacios en tierras lejanas. Para ellos pintaba una serie previa de la que este lienzo es una muestra, para una comisión encargada por un canciller ruso. No es demasiado excesiva, considerando que estamos ante un autor rococó, para deleite de su memoria artística de ustedes. No quiero que nadie sufra un empacho a lo Stendhal. Eso mejor de la ensaladilla rusa del Mesón Don Gutierre.

Situarse bajo un fresco que calque lo que vemos aquí tiene un efecto liberador opuesto al de los techos de cristal. Esos que sufren mujeres (no la Venus que en este caso derrota a Marte y Mercurio) en campos como el arte o la ciencia. Tampoco todos los techos pintados generan la ilusión de hallarse bajo el cielo mismo. Los frescos del Panteón Real de San Isidoro ni lo buscan ni lo logran, aunque sean reconocidos como una joya del siglo XII. Y las pinturas de los techos del CCAN buscaban otros fines, quizá lisérgicos. Las de las escaleras de este club emblemático todavía se conservan, ahora que conducen al despacho del arqueólogo municipal.

En este lienzo los estudiosos aprecian la composición que oscila hacia los lados apoyándose en esas pinceladas rojas, que parecen una broma pero son producto del genio, sobre los borrosos blancos y celestes. También la narrativa poblada de seres divinos tan habitual en las obras del último gran pintor de la tradición italiana. Los más entrañables de todos, sus angelotes.