El nuevo edificio de la Fundación Cerezales, premio a la Construcción Sostenible

La nueva sede cultural de Cerezales del Condado, que abrirá sus puertas este mismo año, competía con otras siete edificaciones de Castilla y León

L.N.C.
18/01/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Imagen de la nueva sede de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia. | DANIEL MARTÍN
Imagen de la nueva sede de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia. | DANIEL MARTÍN
La Fundación Cerezales Antonino y Cinia gana el I Premio a la Construcción Sostenible de Castilla y León. El nuevo equipamiento de FCAYC comenzó a construirse en abril del 2014 y, a escasos 3 meses de su próxima apertura al público, hoy se le reconoce el galardón al mejor equipamiento de Castilla y León, por su estrategia energética, suponiendo un gran impulso para el proyecto y el trabajo de la institución, activa en el territorio desde el año 2009.

La presentación del proyecto y el posterior fallo del jurado ha tenido lugar en Valladolid este miércoles y el edificio competía con otros siete del resto de la comunidad. “Los Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León, de carácter bienal, es una iniciativa de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, cuyo principal objetivo es impulsar la incorporación de los criterios y aspectos medioambientales al diseño y construcción de edificios respetuosos con el desarrollo sostenible y el medio ambiente". Esta edición está orientada hacia la integración del sector de la edificación en la nueva economía circular. La correcta elección de los materiales con los que se construyen los edificios constituye, junto con el tratamiento de la cuestión de la energía uno de los principales factores de sostenibilidad de la arquitectura.” En esta edición se presentaron 110 proyectos de los cuales, 39 eran de Castilla y León y 71 del resto de España. El equipamiento de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia fue el único proyecto finalista de la provincia de León.

La próxima sede de FCAYC, diseñada por el estudio de arquitectura Alejandro Zaera Polo y Maider Llaguno, ha sido concebida desde una perspectiva de sostenibilidad integral, para minimizar su impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida del edificio.

Un elemento clave de la estrategia ambiental es la reducción y balance del consumo energético del edificio tanto durante la fase de construcción como durante su puesta en marcha y funcionamiento. Para ello, se han elegido materiales con una baja energía incorporada (embodied energy), y se ha optado por un diseño arquitectónico que incorpora estrategias pasivas, jugando con la orientación, la forma, y las características de la piel, para minimizar la demanda del edificio.

Por otro lado, los elementos activos seleccionados para cubrir dicha demanda son altamente eficientes, lo que permite que el consumo anual del edificio sea, de acuerdo a
las valoraciones de entidades independientes, al menos un 30% inferior a un edificio diseñado según los criterios del Código Técnico de la Edificación. A estas estrategias activas y pasivas se le añade la utilización de tres fuentes de energía renovables: geotermia, biomasa y materiales de cambio de fase, reduciendo las emisiones de CO2 en relación a la utilización de combustibles fósiles. El proyecto del edificio ha obtenido la calificación energética A de acuerdo a los baremos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de España.

La Fundación Cerezales Antonino y Cinia trabaja desde el año 2009 en las antiguas escuelas del pueblo de Cerezales del Condado, como motor de producción,  investigación y difusión cultural en el ámbito del arte contemporáneo, la música y la etnoeducación, con una media de 100 actividades gratuitas al año. Estas van desde conciertos, exposiciones, programas educativos, talleres y proyectos a largo plazo.

El próximo mes de abril, su nuevo equipamiento, ahora reconocido a nivel nacional por su compromiso de sostenibilidad, integración en el entorno y uso de materiales y técnicas energéticas innovadoras, acogerá su primera actividad abierta al público, dando comienzo a una nueva etapa.

Con estructura y cubrimiento de madera, va a contar con espacios versátiles destinados a sala de exposiciones, aulas didácticas y de ensayo, un centro de documentación, un laboratorio de etnoeducación, un auditorio y otros espacios al aire libre, que darán continuidad a la actual personalidad de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia.

Tiene una superficie de 2700 m2 en forma de cinco naves contiguas que dialogan con la arquitectura tradicional del territorio mediante formas y materiales reconocibles en la imaginería local. A su vez, su envolvente en madera de alerce, sin tratamiento, envejece a ritmo natural y se fusiona con los patrones vegetales del paisaje. Como excepción, los frentes norte y sur quedan definidos como grandes fachadas de vidrio que permiten mantener una permanente relación entre el interior y el exterior, sea cual sea la actividad llevada a cabo en la Fundación. El edifico, ubicado en la parcela superior cercana al monte y alejada del frente urbano principal, se esconde y camufla tras la vegetación existente y permite mantener la actual relación visual entre las viejas escuelas y la ladera del monte al Este de la parcela.
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