El novio de Triana

Medio León –y todo el PP– intrigados con la identidad del novio que cuenta Triana que tenía, ese con el que bebía Dom Perignon y hacía lujosos viajes. En las últimas semanas, no hay conversación que no incluya el «¿En serio os vais a atrever en el periódico a publicar quién es?».

Este domingo publicaremos la tercera–y última– parte de la entrevista en prisión a la asesina confesa de Isabel Carrasco y su hija. Con declaraciones tan demoledoras como las de las dos primeras entregas. Pero me llama mucho la atención que preocupe tanto saber quién era ese casado que durante años salió con Triana y que apenas inquieten otras incógnitas...

«Preguntaos siempre por qué», decía un gran maestro que tuve. Es una norma básica en el periodismo, pero también en la vida. Y en esta historia tan truculenta como enrevesada hay demasiados porqués que nunca se van a esclarecer. ¿No les extraña?

Los ingredientes dan para un buen culebrón: poder, amores tóxicos, odios, política, pijos, vicios, obsesiones, miedos, acosos, lujos, amistades peligrosas, persecuciones, sexo, ensañamientos y demasiadas dudasen un crimen con pocas certezas, quizá sólo una: quién disparó los tres tiros a sangre fría.

Chirrían demasiados detalles y, pase lo que pase con los recursos ante el TSJCyL, no vamos a saber qué pinta Raquel Gago en la historia... ¿Creen que ella contará algún día? ¿No querrá aclarar qué ocurrió?

Algún buen amigo me ha dicho que ojo con mi móvil y que tenga mucho cuidado... ¿Yo? Me reí fuerte. Ayer fui a un notario.