27/03/2015
 Actualizado a 13/09/2019
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Los puntos sobre las íes. Díaz ha demostrado que es posible dar un toque de atención a los jugadores sin necesidad de realizar declaraciones altisonantes, de esas que nos encantan a los periodistas para llenar líneas y escribir grandes titulares, pero que a la larga terminan siendo una bomba incendiara en un vestuario.

Para muchos el entrenador es esa figura que pone las alineaciones, despeja balones cuando pierde y se luce cuando gana (¿verdad Mourinho?), una definición que encaja a las mil maravillas para determinados técnicos con complejo de superioridad que pueblan algunos banquillos del fútbol profesional, pero que no encaja para nada con Manolo Díaz.

Para bien o para mal, al madrileño no le gusta el protagonismo, prefiere asumir el mando de puertas para adentro y ‘negociar’ con sus futbolistas de forma privada. Que nadie dude que si el madrileño dio un toque de atención ayer a Yuri y Pablo Infante, el tema ya se trató internamente.

Mañana sabremos cuál fue el resultado de la negociación y hasta que punto llega la habilidad de Díaz como mandamás, porque tanto el desplante de Pablo Infante tras ser sustituido ante el Valladolid, como la apatía de Yuri saltando desde el banquillo no han llegado en el mejor momento.

Los futbolistas tienen la sartén por el mango. Y es que Díaz tampoco tiene mucho más donde elegir, con Sobrino lesionado, Adán recién salido de una y Melero en pleno proceso de adaptación, habrá que ver si el madrileño tiene otro as en la manga.

En cualquier caso, solo espero que ambos bandos sepan evitar los daños colaterales, porque en este tipo de situaciones, suele ser el grupo el que acaba pagando el pato y la Deportiva no puede permitirse desaprovechar la oportunidad de engancharse a los cinco primeros clasificados.
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