- Me ha hecho mucha ilusión, más que nunca, porque como no sabía que lo había ganado.
- ¿No te lo comunicaron?
- Creo que no. No sé, con este jaleo, entre los murales, la pandemia... Bueno, que lo gané y ya lo recogí y comí con los concejales, que son unos tíos muy majos que han tenido que estar currando con este jaleo de vida.
Tal vez no encontraron a Lolo y se lo hubieran comunicado a alguno de sus colaboradores pues como es habitual en él trabaja con gente a medio camino entre alumnos, colaboradores, colegas, ayudantes... «En Sahagún estuvieron mi compañera más habitual de muralismo, Moñi ‘Picasso’;pero también gente como Bea, Juan, Guille, Isa, Gabri e Inma... mira a ver si los pones a todos.
Puestos están.
El Certamen de Muralismo llegó este año a su III edición y, al margen del propio concurso, los representantes municipales señalan que «también tiene como objetivo embellecer la villa, de lucir paredes que no decían nada y a su vez reflejar la identidad de Sahagún, en nuestro caso tan ligada a nuestra propia historia y patrimonio». Concretamente las bases especifican en el apartado de temática: «Ensalzamiento de nuestra cultura y tradición como seña de identidad propia, que conduzca a la puesta en valor de nuestra historia como una fuente de futuras oportunidades».
Con anterioridad a la entrega de su diploma a Lolo ya se le había hecho entrega del premio al resto de los ganadores de este extraño 2020: ‘Los juglares’ de Anna Repullo, ‘La agricultura tradicional’, de Alejandro Lorenzana y ‘El fenómeno de las peregrinaciones’, de Manuel García Juan, un hecho también presente en el mural de Lolo cuyo título, que tampoco recordaba, fue ‘El patrimonio local’. García Juan ya había sido premiado en las dos anteriores ediciones de este certamen, en los años 2018 y 2019. Pero el gran protagonista del mural de Lolo es la historia de la villa, algo muy acorde a las bases y también al gusto del dibujante. «Ya se sabe que me encanta la historia, en muchos casos la puedes leer como una gran novela, con tramas de todo tipo, incluso disparatadas. Y como ya se sabe que soy leonesista me encanta la historia de León, por supuesto, y en ese aspecto Sahagún es uno de los lugares con mayor atractivo para cualquiera que le guste la historia de León».
Entre tantas posibilidades —y sabiendo además que era casi obligado un guiño al Camino de Santiago y los peregrinos— Lolo centró buena parte del mural en uno de los personajes más importantes en el apartado histórico: El Rey Alfonso VI. «Bueno, el Rey Alfonso VI y sus cuatro mujeres —Zaida, Inés, Berta y Constanza— que hablando de tramas novelescas la vida amorosa de Alfonso también da juego», señala Lolo, que explica que «es tan solo una anécdota, pero allí andan las cuatro por el mural».
A pesar de su afición y pasión por la historia local reconoce Lolo que nuevamente se volvió a documentar, a leer, «y además hay libros bastante buenos y recientes sobre este personaje, que llevó la corona en uno de los momentos de mayor esplendor del Reino de León, aunque tuvo que soportar muchos rollos, tanto internos como externos, como la invasión almorávide. En fin, no me enrollo que, a fin de cuentas, en el mural tan solo se dan unas pinceladas, pero hay que ir con cuidado».
- Al hilo de ir con cuidado, ¿cómo has hecho la corona?
- Al uso. Las coronas normales.
Sabe Lolo de la polémica suscitada con otra obra sobre Alfonso VI, la realizada también en Sahagún por el escultor Amancio González y una controvertida corona. «Creo que Amancio es un gran escultor y un tipo fenomenal, no hay que sacar las cosas de quicio, si él dice que no ha querido ofender a nadie y que realmente lo que hay allí es una Catedral y un homenaje a ellos pues lo aceptamos, teniendo siempre claro cuál es la historia de nuestro Reino, cuál la de Castilla y defendiendo lo nuestro.
Y para ‘rematar’ los integrantes del mural por el que Lolo ha sido premiado en Sahagún el dibujante añade un elemento siempre presente en su obra. «El humor. En todos mis trabajos hay un toque de humor porque soy humorista y porque es la mejor forma de afrontar la vida. Puedes contar lo que sea, lo más polémico, pero si lo haces con humor todo el mundo lo acepta mucho mejor».
Y con su excelente humor y su ropa negra se encaminó hacia otra tarde de muralismo, a otro de esos talleres que le han llevado desde hace años por numerosos pueblos de una provincia «que tengo sembrada de murales y, en cada una, una historia y unas gentes».