El mundo en sus manos

Manuel Cortés y Manuel Ferrero son los artífices de la sesión de cuentacuentos que con el título ‘El mundo entre dos Manus’ llega este viernes al Centro Cívico de El Crucero a beneficio de la nueva sede en León de la ONG Teléfono de la Esperanza

Joaquín Revuelta
17/01/2019
 Actualizado a 12/09/2019
El médico y escritor Manuel Cortés Blanco vuelve a colaborar junto al cuentacuentos Manuel Ferrero en un proyecto solidario.
El médico y escritor Manuel Cortés Blanco vuelve a colaborar junto al cuentacuentos Manuel Ferrero en un proyecto solidario.
'El mundo entre dos Manus’ es el título del cuentacuentos solidario que este viernes protagonizarán el médico y escritor Manuel Cortés y el narrador y escritor Manuel Ferrero a beneficio de la ONG Teléfono de la Esperanza León a partir de las 19:00 horas en el Centro Cívico El Crucero. La entrada donativo es de 5 euros.

No es la primera vez que Cortés y Ferrero coinciden en la puesta en marcha de un proyecto solidario. «En realidad es la segunda vez que colaboramos juntos en un proyecto solidario. La primera tuvo lugar con la edición de un libro ilustrado para la Fundación Juan Soñador que llevaba por título ‘Cinco cuentos en tu mano’», recuerda Cortés Blanco, que solo tiene elogios para su compañero de escenario este viernes en el Centro Cívico León Oeste de El Crucero. «Solo siento admiración por Manolo Ferrero porque es un gran mago de las palabras, un gran cuentacuentos y una persona que juega con la imagen, con los gestos, con la palabra. Siempre que le veo aprendo algo de él», sostiene este médico de profesión y escritor vocacional que ha encontrado en el cuento su mejor medio de expresión. «En esta ocasión participamos en un proyecto solidario con formato de cuentacuentos que hemos titulado ‘El mundo entre dos Manus’ y que va a beneficio de la ONG Teléfono de la Esperanza, que en León acaba de cambiar de sede y hemos querido colaborar con ellos a través de esta sesión de cuentacuentos en la que tanto Manuel Ferrero como yo actuaremos por separado contando historias de distintos rincones del planeta, cada cual con su propio estilo. Va a ser una sesión combinada en la que invitamos a todos los asistentes a que realicen un viaje alrededor del mundo con un billete único, el de la imaginación», sostiene Cortés Blanco, consciente de que su principal fuente de inspiración son los viajes solidarios que en su condición de médico ha realizado por cuatro de los cinco continentes. «Voy a contar lo que yo he aportado en mis viajes a aquellos países en los que he estado y qué me han dado ellos. Yo les he dado quizás mi solidaridad, pero ellos siempre me han dado su agradecimiento y sobre todo sus cuentos. Porque estoy convencido de que la solidaridad es un boomerang. Si tu lo lanzas te acaba volviendo». espeta el médico y escritor zaragozano residente desde hace años en la capital leonesa, que se vale de un lenguaje asequible para un público de todas las edades con el que además de transmitir cercanía pretende que sirva de elemento de reflexión. «Detrás de esa sonrisa hay una invitación a pensar y siempre con el trasfondo de la solidaridad», señala.

Por su parte, Manuel Ferrero se define a si mismo como «un narrador y escritor, nacido en León y ciudadano de la vida», que reconoce decidió dejar el mundo de la abogacía y vivir del cuento. «Recojo historias de la gente mayor y las vuelvo a rodar. Escribo también las mías propias para seguir la estela, fugaz o eterna, de los mil soñadores que a la luz del fuego o en la sombra de la noche de los tiempos hicieron de la emoción y de la palabra un arte». Asegura el cuentista leonés estar comprometido con la segunda alfabetización, la emocional. «A través de los cuentos espero hacer recuperar a la sociedad la pasión por vivir, la sinceridad y la libertad frente al consumismo», porque está convencido de que las historias solo pueden florecer cuando el corazón del que cuenta y el corazón del que escucha se sincronizan. «Es extraño, pero la sencillez de la palabra sincera no es fácil sustituirla. He nacido en una tradición oral rica, la leonesa, y sé que todo nace del silencio. Del silencio hecho danza, verso o abrazo. Mi objetivo es emocionar, conmover, remover y hacer reír. La palabra como punto de encuentro», concluye Ferrero.
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