El mundo cabe en una furgoneta

02/06/2021
 Actualizado a 02/06/2021
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Quienes crean que no es cierto que el mundo cabe en una furgoneta es que jamás han visto la de Electricidad Aldonza recorriendo desde Nogarejas hasta los últimos confines de la Cabrera con un revoltijo de cables, enchufes, bombillas, regletas, resistencias, canaletas, conmutadores o fusibles que solamente ‘aldonza’ es capaz de descifrar, hasta el punto de que le pidas lo que le pidas va directo a por la pieza.

Lo que no le puedes pedir es que te lleve a ninguna parte porque hasta el asiento del copiloto está ocupado, lleno de los elementos que con más frecuencia necesita para no tener que abrir el almacén de los amasijos.

Quienes crean que no es cierto que el mundo cabe en una furgoneta es que jamás han salido a comprar a cualquiera de los vendedores ambulantes que recorren nuestros pueblos con el interior delfurgón convertido en una anárquicamente organizada sucesión de estanterías en la que el vendedor ambulante encuentra desde cualquier variedad de manzana a yogures de todas las fechas y sabores, y aún encuentra hueco para la báscula y darte unas ramas de perejil.

Quienes crean que no es cierto que el mundo cabe en una furgoneta es que jamás han acudido a una carrera de motos de cualquier tipo con todo lo necesario para cualquier imprevisto. Y hasta un pinchazo a mayores.
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