El mito de las siete carreras

No hay vagabundo sin leyenda. La más repetida era aquella que se le asignaba a casi todos, que se había pasado de tanto estudiar y, sin más cálculo ni confirmación, se le asignaba el «dice que tiene siete carreras», que abría la puerta a sucesivas actualizaciones, entre las que nunca faltaba el «y creo que habla no sé cuántos idiomas», que parece lo más lógico en quien cursó tantas carreras.

Cuando la cosa no iba de carreras e idiomas se sustituía por el tema del dinero. «Creo que tiene no sé cuántos millones en el banco, pero se ha hecho a esta vida de la calle y prefiere vivir así».

Dice, creo... y otras formas de empezar estas leyendas urbanas son la mejor expresión de que lo que viene detrás es mentira;como cuando se escribe aquello de «fuentes cercanas al caso» se sabe seguro que se puede haber bebido donde sea, pero no en fuentes cercanas.

A fin de cuentas solo son formas de dulcificar la realidad ¿Para qué querrían las 7 carreras o los millones? Ni falta que les hacen, pero la leyenda te permite no asomarte a la realidad que, por supuesto, tantas veces es de gente normal, con estudios ¿porqué no?, pero con vidas que se torcieron...

La nueva fórmula de abrir las leyendas urbanas es ponerte a leer en la calle, ¿a quién se le ocurre en estos tiempos?, cada uno que pase imaginará una nueva linea de tu biografía... hasta que llegues al mito de las 7 carreras.