El misterio de la extraña seta anual de Tolibia

"Aquí en Tolibia siempre pasaron cosas de los demonios", le digo a Antonio el del mesón Valdemaría recordando la vieja historia de los duendes.

- Bueno, pues lo de esta seta no es normal; explica el cantinero, que también le viene de raza pues es sobrino de Carpo.

Coge la llave de la huerta en la que está la seta que se ha convertido en la protagonista de las visitas y las conversaciones de los habitantes de Tolibia. Llega uno de ellos, Manín, y opina. «Es una cosa extraña, la del año pasado no sé si no estará todavía por aquí por la cuneta».

- No, ya no, pero hasta el mes de mayo aguantó.

Allí está la «extraña seta» . Más grande que un balón de balonmano y a la que el experto Arsenio Terrón, pone nombre y apellidos. «Es de la familia de las que llaman genericamente pedos de lobo, concretamente la langermannia gigantea, que puede llegar a medir hasta un metro de diámetro y pesar 30 kilos».

- Pregúntale si es comestible; me dicen, que es algo sobre lo que llevan debatiendo un buen rato y si se atreverían a comerla.
- Lo es. Es comestible, pero ya está un poco pasada para comerla, tenía que haber sido hace unos cuantos días.
- ¡Me cagüen la leche! Un mes mirando para ella y ahora resulta que ya es tarde.

Bueno, al menos para el año que viene ya lo saben y la pueden guisar.