El mastín, la oveja y el crotal

05/10/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Cuando vean en los bares de la montaña trashumante la fotografía de hoy apostaría que uno de los comentarios más repetidos va a ser «falta el pastor y sobra el crotal».

Mucha manía le tienen a los crotales las gentes de la ganadería. Tengo un vecino que suele repetir a los que le quieran escuchar, «si se te muere una vaca o un ternero o un cordero o lo que sea tampoco es tan grave, se llama a Revisa y a otra cosa. Ahora si se te pierde el crotal ponte en lo peor porque empieza un verdadero calvario»... Con catorce estaciones por otras tantas instituciones, oficinas de delegaciones agrarias, cuarteles de la guardia civil por si hubiera movilidad encubierta...

–El día que les pongan crotal a las gallinas se acaba el mundo;suele rematar su relato sobre las maldades del sistema.

Pues olvidemos el crotal y celebremos la estampa, la presencia tranquilizadora del mastín, que es como un seguro de vida, incluso frente al lobo que, en palabras del fallecido pastor de Argovejo, Santiago, «es el animal más listo que hay, después del Papa» (ahí lo dejo, pero no es menos cierto que el irreverente pastor añadía después del Papa «y su señora». Cosas suyas. Y hasta cabe la posibilidad de que Francisco le gustara.

No hay más que ver el gesto de las ovejas para darse cuenta de que la tranquilidad reina en esta casilla de salida del periódico, pese al crotal.
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