El Magosto de Páramo, puerta de entrada turística e industrial de futuro

El alcalde de Páramo del Sil, Ángel Calvo, llevaba añosllamando a las puertas de la Diputación de León, de la que en la actualidad es vicepresidente para la comarca, con el fin de hacerle entender la importancia de una cita anual única que comenzó en la posguerra, el Magosto de Páramo del Sil.

Aunque el evento siempre tuvo un calado local muy íntimo, hace doce años que aquel encuentro fue a más y cada año atrae a más de 3.000 personas que, sumadas al público del Mercado artesano que complementa esta cita desde hace una década, suman más de 4.000 «pero el 70% de las visitas vienen al Magosto», dice Calvo. Esa ha sido una de las justificaciones que la Diputación de León ha manejado este año para otorgarle el nombramiento de Interés Turístico Provincial.

Para Calvo este galardón abre las puertas a una promoción importante «al lado de la Diputación» que quiere aprovechar con algún acontecimiento importante este año «estamos aún estudiando qué hacer, pero queremos celebrar los diez años del Mercado y este nombramiento como se merece», dice «este galardón nos da pedigree», reconoce el regidor.Cada magosto se consumen 1.200 kilos de castañas de parede, una variedad que Calvo reconoce que es «de máxima calidad y dulzor, aunque no de tamaño». Es un producto que, desde Páramo se exporta a Francia y a Cataluña, aunque no ha creado una cooperativa para hacerlo.Esto para Calvo no es lo más importante «lo que me gustaría es que no se limitara a una cooperativa, sino que hubiera distribución y transformación, que es lo que nos falta».Calvo espera que esos pasos se vayan dando «poco a poco», pese a que el último incendio ha hecho mucho daño a los sotos de Argayo, los más importantes para este sector.

El otro punto de futuro es la ganadería extensiva, porque la vuelta a la tierra se le antoja difícil al regidor «hay más jóvenes interesados en producir algunas cosas, pero no se vuelve al campo porque aquí la climatología es adversa y es muy difícil». De todos modos, el Mercado Artesano ha contribuido a que Páramo vea crecer su producción de miel y de cebollas, por ejemplo, dos productos que se agotan en este encuentro.Con respecto a las cabezas de ganado, Páramo suma hoy unas 400 entre cinco ganaderías nuevas que tiene más de 50 cabezas cada una. Es un potencial que Calvo considera interesante «veo un buen futuro para la ganadería extensiva», asegura. Mientras, se queda con el encaje turístico que tiene el Magosto que un día quiso llevar a su municipio, después de participar en otro de una localidad provincial. Su idea fue exitosa de inicio y ya segundo año visitaron la carpa 42 autocares de la provincia «ahora vienen de Extremadura, de Galicia, de Asturias», reconoce.

El año pasado se repartieron casi mil raciones de comida entre los asistentes, marcando siempre éxitos, aun, en ocasiones, compartiendo cita con la nieve. Calvo espera que el Magosto y el Mercado, para el que también pedirá el reconocimiento provincial cuando cumpla su segunda década de vida (espacio temporal a partir del que se abre esa puerta) contribuyan a hacer crecer la artesanía dentro del pueblo «se está notando un goteo de vender lo bueno», dice. Reconoce que elMercado Artesano se ha convertido en un recuerdo de lo que fue, poniendo en valor oficios destronados como la cestería o la forja que cada año se dejan ver entre los expositores que se unen cada añoal iniciarse noviembre en la plaza de Páramo.