El maestro que le enseñó Filosofía (y Letras) a Tarzán

Paco Flecha es, probablemente, el escritor con más curiosas, y socarronas, razones para hacer las cosas. Ahora explica los motivos de no volver a publicar un libro

Fulgencio Fernández
07/11/2021
 Actualizado a 07/11/2021
| JUAN LUIS GARCÍA
| JUAN LUIS GARCÍA
Francisco Flecha Andrés podía presumir de ser ‘el profesor de Filosofía’ de la Universidad de León —que lo fue hasta que se jubiló— y «en ese mismo andamio», que diría él, llegó a ejercer de vicerrector o, como diría él, vicerreptil. Pero en una entrevista en este mismo periódico —recorriendo su interesante trayectoria literaria, recordando que en los títulos de sus libros había homenajeado a grandes de la literatura, como a Pereira en ‘La lenta luz del amanecer’ o a García Márquez en ‘Si esto fuera Macondo o, al menos, un pueblo con palmeras’, por citar a dos de los que más admira— en aquella entrevista, decía, llegó a la conclusión de «tanto... y ahora sólo soy Paco». Y explicaba su desazón: «No estoy en los papeles de Bárcenas, en la trama de la Gurtel, ni en los papeles de Panamá, ni entre los evasores a gran escala... ¿qué me queda? Solo soy Paco».

Las razones de Paco son así. Sorprendentes, más bien adscritas al noble arte de la socarronería, que lleva a su propia biografía oficial para sus libros, que no es cosa menor: «Dice llamarse Francisco Flecha Andrés, con apariencia de varón adulto, de raza humana...».

Que es hijo de maestro también lo cuenta al decir que es de Palazuelo de Órbigo. «Tal circunstancia no cuenta como mérito, que los hijos de los maestros nacemos donde manda el ministerio».

El camino hasta escribir cuentos de Francisco Flecha, muchos bajo el epígrafe de ‘Educando a Tarzán’,  también fue complejo, con varias paradas anteriores: «De niño, dudé entre seguir la vocación de fraile o la de tamborilero. Después la vida me llevó a ser profesor de Filosofía. Y, a fuerza de dudar (como manda el oficio, según creo), di en pensar que, tal vez, las verdades verdaderas se ocultan en los cuentos».

Y desembarcó en los cuentos, donde se ha hecho con un nombre y unos fieles, aunque él lo dude —porque es cosa que lleva en el oficio, según cree— y son varios los libros que ha ido publicando. Pero en los últimos tiempos ha dado en dar un paso más y esos cuentos, para no cansar, ‘cuentos para leer en el móvil’,  que regala en sus redes sociales cada semana, para endulzar los lunes. Y como le insisten los lectores, muy partidarios de los libros de papel, en que los reúna en un volumen, Paco Flecha ha tenido que dar las razones para no hacerlo, muy suyas: «Me he negado a publicarlos porque no quiero tener que dedicarlos (porque soy ya muy mayor y me da mucho apuro pedirles a los amigos que me recuerden cómo se llaman cuando vienen a que les firmé su ejemplar. Por eso he preferido regalarlos aquí (en formato casi editorial) una vez por semana».

Y ‘avisa’ de la extensión del proyecto: «La colección completa consta de unos 260. Si algo no lo remedia amenazo con seguir otros 120 lunes. El que avisa no es traidor (o traiciona abiertamente)».

La verdad, hágame caso, es que son muy buenos. Lo se de primera mano, me lo ha dicho el mismo Paco Flecha.

Que es otra de las teorías de Paco.
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