El maestro, el hijo y la alumna sorprendente

Hermoso de Mendoza, padre e hijo, y la francesa Léa Vicens componen el primer cartel de la feria de San Juan de León, una corrida de rejones con muchos alicientes. Los Hermoso ya han estado en esta feria y Vicens está siendo una de las sensaciones de este arte

Fulgencio Fernández
22/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Pablo Hermoso de Mendoza en una de sus habituales presencias en la feria de San Juan donde se ha ganado un excelente cartel. | MAURICIO PEÑA
Pablo Hermoso de Mendoza en una de sus habituales presencias en la feria de San Juan donde se ha ganado un excelente cartel. | MAURICIO PEÑA
Pocos peros se le pueden poner al cartel que este sábado (a las 18 horas) abre la feria de San Juan de León con una corrida de rejones en la que se lidiarán a caballo toros de las ganaderías de García Jiménez, Olga Jiménez. Los integrantes del cartel son Pablo Hermoso de Mendoza, su hijo Guillermo —Hermoso de Mendoza— y la francesa Léa Vicens, de la que siempre se recuerda que un día el maestro Ángel Peralta dijo que tenía madera de figura y el tiempo le ha dado la razón.

Los dos «Hermosos» ya han estado en León. El padre en un buen número de ocasiones y el hijo lo hizo en la feria del año pasado, en un festejo mixto en el que dejó muy buen sabor de boca a los aficionados.

Pablo Hermoso de Mendoza, que siempre muestra una especial disposición a acudir a León porque aprovecha el viaje para visitar a familiares que tiene en esta tierra, es una especie de «hijo predilecto» de esta plaza pues siempre ha tenido actuaciones brillantes y, además, es difícil no disfrutar con los magníficos caballos de su afamada cuadra, en la que son singulares hasta los nombres de los mismos, tanto que muchos de ellos forman parte de la historia del toreo a caballo.

¿Quién no ha escuchado hablar de Helios, Giralda, Buenaventura, Samurai, Tomatito, Excalibur, Lagartijo, Saramago, Garibaldi, Dante, Unamuno, Curro o Estella? Seguramente en los nombres de sus caballos desvela asimismo las pasiones de este navarro de Estella, que se ha convertido en un seguro de éxito allí donde va y permanece en lo más alto del escalafón un año tras otro.

Con este «maestro» y la cuadra que comparten parece lógico que Guillermo Hermoso de Mendoza haya comenzado muy joven a triunfar en las ferias, a convertirse en un habitual de las principales plazas. Pero a las enormes ventajas del magisterio sin salir de casa y la cuadra que tiene que convivir con las eternas comparaciones con su padre. Y así le colocan el listón muy alto, bien es verdad que él lo evita no entrando a las comparaciones y mostrando su orgullo por «ser hijo del más grande... aunque no es fácil».

Él mismo explica su andadura: « A lo largo de mi infancia percibía el toreo como algo lúdico; en la adolescencia temprana se convirtió en un pasatiempo y conforme fui madurando y asentando mi personalidad empecé a plantearme con seriedad el seguir los pasos de mi padre en una profesión de la que soy plenamente consciente de la entrega que requiere y la exigencia que tendrá. Pero la decisión está tomada y voy a seguir sus pasos... O a dar los míos».

Siempre añade una carga de emotividad a la corrida ver a padre e hijo juntos, y hoy lo harán por primera vez en León, como vienen haciendo en otras plazas. Y los aficionados recuerdan en la feria de 2018 a Pablo siguiendo muy de cerca ñas evoluciones de su hijo.

Y el tercer ‘caballero’ de la tarde es la rejoneadora francesa Léa Vicens, a la que siempre acompaña una doble anécdota, positivas las dos, su condición de Licenciada en Biología por la Universidad de Montpellier, y que fue el gran Ángel Peralta quien nada más verla aventuró que daría mucho que hablar. Lo está dando, ciertamente.

En su caso no hay antecedentes taurinos en su familia, pero sí en ella una inquebrantable pasión por los caballos, desde que le regalaron un pony con tan solo cuatro años. Primero participó en concursos a caballo, siendo campeona de Francia, y después ‘torera’. Mucho y bien se ha escrito de ella. Y lo quiere confirmar.
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