El locutor comía en casa

La radio en León ha contado ‘en sus filas’ con muchos grandes nombres: Álvarez Moro, Mª Teresa Martín Villa, Umbral, Del Olmo, Pereletegui, Bravo Ducal... hasta el cercano Marcelino Cuevas

Fulgencio Fernández
17/02/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Mª Jesús Álvarez Moro, una de las mejores voces de la radio que aún se puede escuchar anunciando las paradas del Metro. | CARLOS ROSILLO (El PAÍS)
Mª Jesús Álvarez Moro, una de las mejores voces de la radio que aún se puede escuchar anunciando las paradas del Metro. | CARLOS ROSILLO (El PAÍS)
Durante décadas, hasta que la televisión irrumpió en las casas y se hizo la dueña, la radio también se veía. Se encendía en las cocinas de tantas casas y la gente miraba cómo de aquellos enormes aparatos salían voces que casi eran de la familia, que después reconocían por la calle.

Esta semana se celebró el Día Internacional de la Radio, ya de otra radio. Hace pocas semanas que se ha ido uno de sus últimos históricos, el entrañable Marcelino Cuevas, un recuerdo, y recuperar cómo él nos hablaba de aquellos tiempos históricos, cuando él, siendo un niño, entró para hacer los recados, cualquier cosa con tal de meter la cabeza en ese mundo que le fascinaba. Él propio Cuevas nos recordaba aquellos orígenes: «Luis López Anglada era un militar lleno de sensibilidad poética, cuyas inquietudes por la comunicación le llevaron a ser el primer director de La Voz de León, coloquialmente Radio Falange, allá por los años 40 del siglo XX. A su lado, un madrileño inquieto que venía de peregrinar por Europa enrolado en la División Azul, y que pronto se convirtió en el locutor más popular de la provincia haciendo pareja con María Teresa Martín Villa, hermana del ministro. Con ellos Bravo Ducal, el primer locutor del mundo que realizó un programa en directo desde la jaula de los leones de uno de los circos que visitó la ciudad».

La radio leonesa está llena de historias. En ella inició su carrera Paco Umbral, que llegó de la mano del maestro Perelétegui, su primo, y coincidió con otras dos leyendas. Él lo contó en una de sus columnas: «Vinimos (él y Luis del Olmo) a la conquista de Madrid casi juntos, aunque cada uno tomó en seguida su propio camino. No sé ni recuerdo si le pedí algún trabajo a Luis, que ya iba montando en la capital su sombrajo radiofónico, numeroso de ideas, anuncios y millones. No recuerdo que Luis socorriera a aquel escritor mendicante con ningún trabajo, pero tampoco recuerdo si él lo tenía para mí ni siquiera si llegué a pedirle algo. Al fondo de nuestra amistad sonaba siempre, pura risa y collar de amor adolescente, la voz clara y viajera de María Jesús Alvarez Moro».

No sé si Umbral tendría una visión con eso de la voz viajera pues la locutora leonesa, que hizo carrera e historia en Madrid, se ha perpetuado en el recuerdo de todos los madrileños pues suya es la voz que anuncia las paradas del Metro en la capital de España, de hecho ya con 81 años sigue haciendo este trabajo. «Hoy me siguen llamando cuando se inaugura una nueva estación o hay que emitir nuevos avisos por obras o lo que sea, la voz es lo único que no envejece», le contaba no hace mucho a El País. También sonorizó (odia la palabra locutar) otros trenes de cercanías y algunas lineas del Talgo. «Me siguen parando por la calle, reconocen mi voz».

- ¿Y coge el metro para escucharse?
- No. No puedo. Me mareo.

También la citada María Teresa Martín Villa se convirtió en una habitual en los hogares leoneses, era la locutora de los programas solidarios, como El cartero, con Luis Arribas. «Estaba yo estudiando en Madrid y alguna vez tuve que ir hasta el aeropuerto de Barajas para recoger una medicina que le traían a Teresina del extranjero, destinada al tratamiento de algún oyente enfermo que no podía adquirir en España y María Teresa lo buscó en el extranjero. Después de recogerlo tenía que llevar el fármaco a los autobuses de Fernández...», recordaba su hermano Rodolfo, el ex ministro, en‘Leonesas y pioneras II’.Mª Teresa falleció muy joven al ir a dar a luz a su primer hijo".

Más conocida es la vinculación de Crémer con la radio y otros nombres que nos recordaba Marcelino Cuevas: Nélida Pérez Alfaro, Manolo Martín, José Luís Beltrán, Francisco Leira, Ángel González, José Mª Alonso, Elena Valbuena, Aurora Fernández, José Magín Revillo, Amalia Villarejo, Manuel Tomé, Félix Chamorro...

¿Y quién no recuerda el fenómeno Gelete? Que marcó una época y una forma de hacer radio, con los micrófonos abiertos para que llamaran, cantaran, recitaran y hasta le insultaran, que todo lo sabía torear aquel personaje con evidente gancho entre sus oyentes. Recuerdo que en una entrevista al hombre que hacía las sopas de ajo por San Juan le preguntaron si el año que vinieron los reyes a tomarlas fue cuando más raciones se consumieron. «No, fue el año que Gelete se pasó quince días animando a sus oyentes a que fueran. Hicimos más de 10.000 raciones y se acabaron.

Suma a Paco Umbral, Crémer, Trapiello, el cronista oficial Luis Pastrana, Gonzalo Rodríguez, Pura... y te harás una idea de aquella vieja radio.

La que se sentaba a comer.
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