El irreductible al que le deben una media vida

El 28 de octubre de 2013 fue el terrible accidente de la Hullera Vasco Leonesa, con seis muertos, uno de ellos el hijo de Manuel Moure. Han pasado cinco años, para Moure no, él sigue en la lucha por la memoria y la dignidad

Fulgencio Fernández
04/11/2018
 Actualizado a 15/09/2019
Manuel Moure en alguna de sus protestas contra el olvido. | ICAL
Manuel Moure en alguna de sus protestas contra el olvido. | ICAL
Como eran mineros parece que no importa, no les importará a ellos pero yo no me voy a rendir» . Es una de las muchas frases contundentes que suele pronunciar Manuel Moure para recordarnos que hace cinco años que su hijo Manuel Antonio fue uno de los seis fallecidos en el accidente de la Hullera Vasco Leonesa, el último gran accidente de la minería española.

No voy a consentir que parezca que los culpables fueron las víctimas; ellos tienen poder y yo dignidad Se han cumplido cinco años esta semana y eso «propicia» el recuerdo, para los demás, Manuel no lo ha olvidado ni un solo día, ha aprovechado cualquier circunstancia para plantarse ante quien sea con una camiseta con los nombres de los fallecidos o un casco con el nombre de su hijo para decir frases tan sentidas y cargadas de dignidad como «este casco vale más que toda su empresa».

Y es que se revuelve el viejo minero porque con el paso del tiempo casi «da la sensación de que los culpables fueron las víctimas... Ves miradas que parece que te piden que lo dejes, que ya ha pasado mucho tiempo. Que lo olviden» y esta semana en un escrito enviado a los medios de comunicación hacía una emotiva cuenta: «Mi hijo, el día del accidente, tenía 40 años. Si se repite que la media de vida de los españoles está ahora en los 85 años, no puedo dejar de pensar que le robaron 45 años de vida».

Nadie de la empresa nos ha dicho aún ‘lo siento’; ni creo quelo digan, ni lo espero y ya ni lo quiero Parece que el juicio está ya más cerca —larga fue la espera— pero hay hechos que para Moure ya no tendrán arreglo, como el comportamiento ‘humano’ de esa HVL a la que en tiempos se ‘acusaba’ de paternalista con los trabajadores: «Nadie de la empresa ha dicho aún lo siento, ni creo que lo digan, ni lo espero, y ya ni lo quiero», yo lo que tengo muy claro es que «como padre le debo a mi hijo seguir peleando sin miedo y sufriendo lo irremediable, su pérdida, la de un hijo».

Y seguirá Manuel Moure acudiendo a todos aquellos foros en los que pueda decir alto y claro su verdad, como hizo en la visita del entonces presidente Rajoy, a quien le dijo que «no se le olvide que cuando usted estudiaba en León, se calentaba los huevos con el carbón que picábamos en Santa Lucía».

- ¿No se va a rendir nunca? ¿No cree que lucha contra un gigante?
- Ellos tienen mucho poder, eso lo están demostrando cada día, peroyo tengo muchos cojones.

También lo demuestra cada día, este minero irreductible.
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