El Instituto Leonés de Cultura

A lo largo de los siglos, generaciones y generaciones de leoneses han ido dando forma a una serie de cuestiones relacionadas con la arquitectura, la música, la lengua, las tradiciones, la gastronomía… y un sinfín de aspectos más que se incluyen en ese todo al que llamamos cultura. Y la nuestra, la leonesa, hace ya tiempo que se está perdiendo –al menos, en parte–, sustituida, incluso, en ocasiones, por otras ajenas… Y, lo que es aún más preocupante, con la anuencia de unos cuantos –demasiados– paisanos nuestros.

Con objeto, entre otros fines, de poner en valor la cultura leonesa, la Diputación de León aprobaba en pleno el 29 de julio de 1994 –antes de ayer se cumplían, pues, veinticinco años– los estatutos del Instituto Leonés de Cultura (ILC), un organismo que ha venido desarrollando desde entonces un importante trabajo en diferentes ámbitos; aunque sin olvidar –eso sí– su marco de actuación, circunscrito a nuestra provincia. Y a pesar de que lo leonés excede de los límites provinciales –incluso de los estatales–, ya sabes que, aunque la cultura no entiende de fronteras, las administraciones sí…

El ILC, cuya sede se encuentra en el Edificio Fierro de la capital leonesa, contribuye desde los distintos departamentos en que se estructura a mantener ‘viva’ la cultura en nuestra provincia, gestionado espacios –como el Centro Leonés de Arte o la Biblioteca ‘Mariano Domínguez Berrueta’, en León; o el Museo Etnográfico, en Mansilla de las Mulas–, y llevando a cabo diferentes iniciativas: bibliobuses, exposiciones, premios, subvenciones, convenios de colaboración…

Mención aparte merecen sus publicaciones, que son de lo más diverso, algunas de las cuales forman parte de colecciones iniciadas mucho antes, incluso, de la fundación del Instituto, como son, por poner un par de ejemplos emblemáticos, los ‘Breviarios de la calle del Pez’ o la revista ‘Tierras de León’.

Mucho ha hecho el ILC por nuestra cultura en este cuarto de siglo. Y que no decaiga su labor, que falta nos hace…