El indispensable ‘sí quiero’

La idea de matrimoniar municipios menores con el fin de facilitar la prestación de servicios en los mismos enfrenta a Junta y Diputación por la voluntariedad o no de pasar por el altar

El rural está harto de escucharse en boca de otros para rascar votos en pos de su defensa
28/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
No hay matrimonio que no luzca la frase del ‘sí quiero’ a la puesta de un anillo. Indispensable también, considera el presidente de la Diputación, Eduardo Morán, si se plantean casorios de municipios, porque lo de concertarlos como parecía exponer el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, no le parece que resuelva la precaria situación de los de menor entidad. Es más, el planteamiento de Diputación es mantener la autonomía de todo aquel que la quiera, apoyado por la ayuda de la Junta de Castilla y León para mantener y mejorar sus servicios. Esa es la verdadera puerta de salida a la despoblación del rural y no obligar al «yo te ajunto» de ayuntamientos que tal vez no quieran una vida compartida. El rural está harto de escucharse en boca de otros para rascar votos en pos de su defensa, cuando saca la cabeza a duras penas, con conexiones telefónicas en precario, viales insoportables y consultorios médicos que cuelgan el cartel de «vuelva usted mañana». Esa es la situación que ponen en el espejo de las administraciones frente a un reflejo que se les ofrece y en el que no se reconocen. No son un espacio bucólico al que regresar si se recortan servicios a su pretendido estado de bienestar. Para volver al pueblo, piden hacerlo con la maleta llena de autosuficiencia y que ésta no dependa del de al lado, sino de a quien le ha tocado tener las competencias de su desarrollo.
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