El imprescindible momento de la buena política

Carmen Mallo
03/03/2022
 Actualizado a 03/03/2022
Ante los gravísimos acontecimientos que se están produciendo en nuestro mundo, dentro y fuera de nuestro espacio de confort, quizá sea el momento perfecto para entender de una vez la importancia de usar la Política para lo que realmente merece la pena. La Política, con mayúsculas.

Fijándonos puertas adentro en cambios vertiginosos que se ha n sucedido en escasos días, pensemos un momento en lo que le ha ocurrido al Partido Popular. Hablo de una formación política muy poderosa que se ha auto engullido. La escena de una manifestación frente la sede de este partido, protestando contra quien dirige lo dirigía y a favor de quien forma parte de él ha resultado un espectáculo dantesco.

Se trata de una formación que durante mucho tiempo ha ido labrándose un camino y en cuestión de horas se ha forjado su propio precipicio. Todavía a cualquier ciudadano le parece mentira que el principal partido de la oposición, el mismo que ha dirigido este país mucho tiempo y sigue pilotando muchísimas instituciones, cuyo supuesto principal cometido era librarse del fango de la corrupción larvada en su interior, se haya dedicado a lanzarse una serie de bombas, unos contra otros. Y al final a todos les ha estallado en su propia cara. Nunca hemos asistido a una sucesión tan trágica de errores de estrategia.

Hechos como éstos deberían ser demostración definitiva del perverso efecto de usar la política como arma destructiva del contrario sin ni siquiera pararse a pensar en la influencia que estas tácticas tienen para quienes intentamos respirar cada día y seguir adelante, a pesar de todas las dificultades. Con entereza y con esfuerzo, de manera honrada y firme.

Hemos asistido a hechos bochornosos, me atrevería a calificarlos de inmorales, distorsionando la capacidad de crítica hasta transformarla en una forma de destrucción. Y lo que esa estrategia dirige hacia el contrario, al final consigue destruir, en nuestra sociedad, la emoción de la esperanza y de la solidaridad colectivas.

Si no entendemos la necesidad de hacer Política, con mayúsculas, basada en la honestidad, en la lucidez y lejos de los intereses personales y kafkianos, no entenderemos jamás que nuestra Democracia se prestigia ante los ojos del mundo al mismo ritmo frenético con el que se puede desprestigiar. De ahí la importancia de huir de la política ficción, de pensar siempre, sólo y por encima de todo en los ciudadanos.

Como cargo político que soy, tengo claro que jamás debemos dejar de mirar hacia lo pequeño, en la búsqueda de una actuación honesta y objetivable. No hemos llegado hasta aquí sin esfuerzo y sin conciliación. Si olvidamos estos principios, si no lo ponemos en práctica, habremos contribuido a dejar huérfana a nuestra sociedad, la empujaremos a tener que refugiarse en espacios más cerca del terror y de la ira que de la dignidad democrática. En buena parte, de nosotros mismos depende.

Carmen Mallo es alcaldesa de Murias de Paredes

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