El hoy de aquellas leyendas del patio

Los juveniles de Maristas hicieron historia en el balonmano hace 50 años. Se han vuelto a reunir para recordarlo

Fulgencio Fernández
21/11/2021
 Actualizado a 21/11/2021
El recordado equipo que acudió al Mundial Escolar que se celebró en Francia y en el que los leoneses se proclamaron subcampeones del mundo.
El recordado equipo que acudió al Mundial Escolar que se celebró en Francia y en el que los leoneses se proclamaron subcampeones del mundo.
En los pasillos de los Maristas ‘de abajo’ (San José) aún se respiraba el eco de los éxitos televisivos en Cesta y Puntos, un concurso de la tele que  convirtió en héroes a chavales como Ricardo Hueso y Luis Fernando Martínez, Fernando Nicolás, Santos de la Torre... chavales que, por otra parte, llenaron la secretaría del colegio de solicitudes de ingreso en el Colegio de Cesta y Puntos.

Por las aulas, explicando matemáticas, pero sobre todo por el patio, explicando balonmano, andaba el recordado Hermano Tomás, que se le metió en la cabeza que también harían historias ‘sus hijos’ —como llamaba a los integrantes de los equipos de balonmano— en las canchas de balonmano. Y así llegó la edad de oro para el equipo juvenil de Los Maristas, tres años (del 71 al 73) de ensueño en los que no solo se proclamaron campeones de España (frente a las mejores canteras de la época) sino que dieron el salto a Europa, al Mundial de Balonmano Escolar que se celebraba en Francia (en Burdeos), que no es asunto a pasar por alto el país pues perdieron la final... con Francia. Y siempre tuvieron la sensación de «que podíamos haber ganado en campo neutral».

Y a los nombres de aquellos héroes de Cesta y Puntos se sumaron ‘las leyendas’ del balonmano, los subcampeones del mundo, y se hablaba con admiración indisimulada de los Sahelices (fallecido no hace mucho), Burgueño, Alberdi, Gustavo Losa, Joe, Cantalapiedra, Mallo (también fallecido), Valentín Cabero... una especie de ONU pues muchos eran alumnos internos llegados desde Cantabria, Galicia, Asturias o pueblos de León y El Bierzo. Algunos quedaron por León y forman parte del día a día de esta tierra: el industrial Tolo Antoñanzas, Beni Castro y Carlos Torío, médicos; Pepe Sánchez, economista en La Vasco y directivo del Ademar; Evaristo del Canto, presidente de Caja España.

Se cumplían ahora 50 años de la primera de las gestas, el Campeonato de España, y Tolo Antoñanzas decidió reunir a aquellas leyendas del patio que pudieran acudir. Y lo hicieron once, con el convocante: Valentín Diéguez Cabero desde su La Bañeza; desde Mieres aquel gran Gustavo Losa, desde Gijón el portero Cienfuegos Cantalapiedra; desde El Berrón Laiz; desde Cataluña el recordado José Luis González, Joe; desde Santander Pedro Díaz Alberdi y desde Madrid el general Maximino Robles. Iba a acudir desde Medina Burgueño pero falleció su madre y no pudo acudir.

SE pusieron en contacto con él y el primer recuerdo de los reunidos fue, precisamente, para los ausentes: Mallo Carrera, el gran capitán César, Sahelices, el hermano Tomás y Víctor Martínez, profesor de gimnasia (entonces se llamaba así) que fue precisamente quien les acompañó en el viaje francés, aquel que quedó escrito para siempre en la memoria del colegio como un hito.

Hazaña que recordaron nada más llegar al punto de reunión, el colegio de los Maristas, pues el hermano Sixto y la siempre eficaz Silvia les habían preparado la sala de reunión con buena parte de los trofeos ganados, entre los que destacaba la placa de subcampeones del mundo.

Recordaron aquellos años y recorrieron las aulas del colegio y el patio pequeño, en el que estaba la cancha de balonmano y jugaban y entrenaban, sobre cemento. «Y sin rodilleras ni mayores protecciones, que al hermano Tomás no se gustaban esas cosas para aquellos aspirantes a hacerse hombres», en frase muy suya. Un detalle ilustra cómo mimaron a aquel grupo de ganadores: «En los entrenamientos para acudir a Francia estrenamos el pabellón de Deportes, que ya estaba acabado pero sin inaugurar por lo que no dejaban que nadie lo utilizara... salvo los de balonmano». Todos coincidían en recordar el privilegio que suponía en aquel colegio jugar a balonmano.

No extraña que sirva para aquellas fechas de hace 50 años la famosa frase de Piqué: «Contigo empezó todo».

En boca del futbolista era una provocación. En la reunión de los balonmanistas era la constatación de una realidad, no empezó exactamente todo pues había ilustres pioneros —Ángel González, Pistolo, Llaneza, Cascallana...— pero en aquel trienio para el recuerdo se dio un salto de calidad, se dejó claro que allí estaba el germen de una historia mucho más grande, que se llama hoy todavía Ademar.

De ello hablaron. Y de nostalgias. Y de seguir viéndose y una pregunta: «Porqué no el año que viene con otro campeonato de España?».  

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