El Hospital de León suprime 34 pruebas que no aportan valor o perjudican al paciente

Se trata de una iniciativa de la Consejería de Sanidad denominada ‘No hacer’ que incluye recomendaciones de las sociedades científicas

Sergio Jorge
18/09/2017
 Actualizado a 15/09/2019
El coordinador de Calidad del Complejo Asistencial Universitario de León, José Antonio Santos Salas. | L.N.C.
El coordinador de Calidad del Complejo Asistencial Universitario de León, José Antonio Santos Salas. | L.N.C.
El Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) ha iniciado este verano su participación en el programa ‘No hacer’ impulsado por la Consejería de Sanidad que consiste en seguir una serie de recomendaciones médicas para eliminar diferentes pruebas que se realizaban hasta el momento casi de forma rutinaria. El coordinador de Calidad del Hospital, José Antonio Santos Salas, deja claro que estas pruebas se suprimen "porque no ofrecen un valor añadido o son superfluas", a la vez que pueden suponer "un perjuicio para el paciente", puesto que el objetivo es eliminar cualquier tipo de riesgo para los enfermos atendidos en el centro sanitario.

Son en total 34 pruebas las que se van a eliminar gracias a este programa, que corresponden a las recomendaciones ofrecidas por 29 servicios del Hospital y que cuentan con el consenso de todos los facultativos y personal médico implicado en cada una de ellas. "Pero si no están de acuerdo, no las llevan a cabo, porque si en un caso determinado las pruebas son útiles, se hacen, la última palabra la tiene siempre cada unidad", especifica el doctor Santos Salas sobre unas recomendaciones que parten de un estudio estatal realizado por el Sistema Nacional de Salud a partir de las propuestas ofrecidas por todas las sociedades científicas españolas. Son estas instituciones las que han determinadolas pruebas evitables, 135 en total, y luego cada unidad ha elegido las que quería aplicar, con un máximo de dos, aunque algunas han repetido y otras se han sumado las de otras secciones si les competía de alguna manera.

De las recomendaciones propuestas por las sociedades científicas, el 28 % están relacionadas con los fármacos, el 19 % con pruebas de laboratorio, el 17 % con pruebas de imagen, el 10 % con tratamientos antibióticos y el 7 % de procedimientos quirúrgicos.

De esta forma, en el Complejo se están ya aplicando 34 recomendaciones, entre las que destaca la de ‘No realizar radiografía de tórax en menores de 40 años con bajo riesgo anestésico’, puesto que ha sido promovida por cinco servicios: Anestesio, Maxilofacial, Obstreticia y Ginecología, Otorrinolaringología y Radiodiagnóstico. Hay otras con menos unidades implicadas, como es ‘No transfundir un número mayor de concentrados de hematíes que los necesarios para aliviar los síntomas de la anemia o para volver a un paciente a un rango seguro de hemoglobina’, con cuatro; ‘No programar cirugía electiva con riesgo de sangrado en pacientes con anemia hasta realizar estudio diagnóstico y tratamiento adecuados’, con tres; y ‘No utilizar abreviaturas en las hojas de prescripción’, ‘No utilizar documentos estándar de consentimiento informado sin facilitar una adecuada discusión e información personalizada de los problemas’, ‘No tomar decisiones clínicas en personas mayores de 75 años sin haber evaluado su situación funcional’, y ‘No realizar radiografía de tórax diaria, de forma rutinaria, en las unidades de cuidados intensivos’, todas ellas recomendadas por dos servicios’.

Este programa denominado en Castilla y León ‘No hacer’ se va a desarrollar durante todo este año, hasta el verano de 2018, y mientras tanto se va a monitorizar los resultados que se obtengan en los diferentes servicios para conocer los resultados de no realizar estas pruebas y confirmar si, tal y como se prevé, sean superfluas. «Si vemos que va bien así, las dejamos de hacer definitivamente y probamos con otras», apunta el doctor Santos Salas, por lo que no sería extraño que el Hospital aplicara con el tiempo todas las recomendaciones mostradas por las sociedades científicas españolas.

Hay que tener en cuenta que este programa lo ha puesto en marcha Sanidad de Castilla y León (Sacyl) durante este año, después de que fuera presentado y ultimado a principios de este ejercicio, pero se trata de un debate abierto hace años en otros países. De hecho, el primero fue el Reino Unido hace diez años, y después lo han puesto en marcha EEUU, Canadá, Países Bajos o Italia más adelante, "todos con la misma base, intentar detectar cosas que se hacen que no aportan valor y encima pueden provocar un daño al paciente", apunta el coordinador de Calidad del Complejo, que también aporta otro beneficio: "Suponen un gasto".
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