El hormigón de la plaza de El Salvador en La Bañeza ya sólo es escombro

as grandes y toscas escaleras y estructuras de hormigón que durante las últimas décadas han 'ensuciado' la imagen de la bella iglesia de El Salvador en La Bañeza ya son historia. Como la antigua farola que durante años ha robado protagonismo al templo románico y que tras la remodelación no desaparecerá del entorno pero sí pasará a un segundo plano, tal y como contempla el proyecto del que La Nueva Crónica adelantó hace semanas todos los detalles.

Durante la jornada de ayer un camión realizaba decenas de viajes para trasladar todo el escombro retirado de la plaza donde en los próximos meses se cambiará por completo el aspecto del entorno de una iglesia que desde los años ochenta ha venido 'sufriendo' las consecuencias de una reforma poco afortunada, según se reconoce en el proyecto que ahora se pretende ejecutar con un presupuesto de 243.755 euros que finalmente se adjudicó por 217.000.

Todo para dar a la plaza un nuevo aspecto con protagonismo para los materiales nobles donde los peatones puedan disfrutar de una zona con menos coches y se realce la belleza del templo de origen románico, del que todavía se conservan algunos vestigios como es el caso del ábside del siglo X.

El hormigón que durante los últimos años ha acompañado a la imagen de la iglesia de El Salvador quedó reducido a escombros y en su lugar se colocará un pavimento a base de granito nacional y pizarra, extendiendo la actuación a la propia plaza y a la calle La Torre, con intenciones de continuar en próximos ejercicios con un proyecto similar para las otras calles que rodean a la iglesia. El plazo de ejecución de estos trabajos que comenzaron el pasado lunes es de cuatro meses y al final la plaza dispondrá de un mayor espacio para jardines y para viandantes.