El gran pacto, por Enrique Reguero

El secretario provincial de UGT-León analiza las fortalezas de la provincia tras la pandemia

Enrique Reguero
03/06/2020
 Actualizado a 03/06/2020
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Esta crisis no tiene un día fijado en el calendario que determine su fin, ni un día que señale el volver a la vieja normalidad, no va a ser posible, no finalizará con el fin del estado de alarma y las leonesas y los leoneses debemos de estar preparados para iniciar el camino hacia la nueva normalidad, expresión con la que tenemos que ir familiarizándonos. Lo más inmediato y urgente es continuar aplicando medidas económicas y sociales que protejan a las personas, a los autónomos y pymes, al igual que la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital, nadie puede quedar por el camino, estamos obligados a ejercer la solidaridad como mecanismo para ayudarnos los unos a los otros.

En nuestro querido León no saldremos bien de la crisis, sino alcanzamos un gran pacto desde el diálogo social, sin la utilización partidista y el ego descontrolado, diálogo que afronte el diseño de construcción y de reconstrucción de nuestra provincia. Estimular el consumo interno debe ser uno de nuestros objetivos y así apoyamos la puesta en marcha del bono al consumo aprobada por el diálogo social, como ayuda al comercio de proximidad y al fomento de nuestros productos. Sectores como la hostelería, el comercio y el turismo deben ser prioritarios por parte de las instituciones, no podemos perder más empresas y con ello la destrucción de empleo.

Esta crisis nos ha puesto a prueba, saldremos con una lección bien aprendida, seguramente nadie se ponga de perfil, los servicios públicos como sanidad, ayuda a domicilio o residencias de mayores cobran fuerza, debemos exigir al gobierno la inversión necesaria y apartar políticas que intenten mercadear con nuestra salud, la puesta firme por la defensa de lo público y de la prevención de la salud, tiene que ser una de nuestras fortalezas para que no nos vuelvan a pillar desprotegidos y faltos de recursos. El modelo neoliberal o estrictamente liberal no debe de tocar esta parcela. Unidos debemos de emprender la dirección hacia un nuevo modelo productivo, donde las personas recobren el protagonismo desde la concienciación de un planeta sostenible y el derecho a un trabajo digno y seguro, con unos impuestos directos y progresivos, que sirvan y justifiquen el mantenimiento de los servicios públicos esenciales. La inversión en I+D+i, el aprovechamiento de la industria farmacéutica, la logística, las nuevas tecnologías que hoy cobran más fuerza que nunca, incentivar a nuestros jóvenes y sobre todo a las mujeres en el estudio en Ciencia y Tecnología, crear un plan de formación destinado a los desempleados para que se adapten a nuevos sectores, son parte de la estrategia para esta tierra y del diseño del futuro próximo.

León es tierra de oportunidades, somos tierra de recursos endógenos que debemos aprovechar, ya hemos perdido sectores estratégicos como la minería o las centrales térmicas, la apuesta por la industria agroalimentaria debe ser objetivo prioritario para el aprovechamiento de los recursos que están a nuestra disposición. Las administraciones deben digitalizar y crear espacios habitables en todos los rincones de nuestra provincia, si algo tenemos es el espacio natural como una gran reserva de la biosfera, la apuesta firme por el el turismo de calidad debe ser la esencia, donde empresas y jóvenes puedan desarrollar un modo de vida, al igual que el teletrabajo como fórmula para descongestionar las grandes ciudades, fortaleciendo un modelo mas igual más sostenible y menos centralista. León también existe, desde el consenso político-social y desde el dialogo, debemos situar a nuestra provincia como la capital estratégica de todo el noroeste, impulsando el urgente desarrollo de la plataforma intermodal de Torneros con la autovía León-Braganza y el enlace ferroviario al polígono industrial de Villadangos, entre otros.

La salida a esta crisis, nos tiene que poner en alerta máxima y estar más que vigilantes para que todas las ayudas que vengan tanto de Europa como del Gobierno de España, no se destinen en mayor porcentaje en salvar industrias que aquí escasean, el reparto debe estar pensado en salvar comarcas que agonizan en un pueblo que rinde homenaje a su historia y no solo en salvar a los más ricos, que no nos pase lo de siempre, mejor dicho que no nos dejen con las migajas como estamos acostumbrados en las últimas décadas y a un sentimiento de fracaso y de frustración.

Dicen que ya ha pasado lo peor de la pandemia, aunque se pueden esperar brotes, hemos sido conscientes de los que se nos venía encima e incluso se ha aplazado la mesa por el futuro de León, al entender que era el momento de situar a la salud por encima de todo. Desde aquí ya instamos a las instituciones a poner fecha para sentarnos y acordar la creación de la Agencia como órgano principal e independiente en su dirección, a la vez de plantear un plan inversor de carácter urgente para el desarrollo de nuestra provincia.

Reconstruir León es acordar un gran pacto por la defensa de nuestra tierra, nadie nos va a ayudar sino es desde el tesón, el ánimo y la constancia, conformarnos con decir que la culpa es de otros no nos libra de nuestra apatía y nuestra dejadez. Rogelio Blanco, autor del libro ‘Tierra de libertades’ afirma que siempre hubo una voluntad de destruir el Reino de León y razón tiene, dejemos de ser cómplices de nuestra destrucción. Un gran país se construye cuando sus provincias se equilibran desde la solidaridad y la cohesión social, económica y cultural, mientras esto no ocurra estaremos ante un Estado más debilitado y egocéntrico, los centralismos alimentan el odio de lo periférico y de lo abandonado.
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