Esta premisa, basada en el esfuerzo humano, tiene además una incuestionable consecuencia: «el enorme legado patrimonial que hemos heredado a este respecto» y que es protagonista de las ponencias del curso impartidas por expertos en cada materia. «La necesidad de protección y seguridad o los enfrentamientos bélicos directos han sido los motivos principales que llevaron a nuestros antepasados a construir sistemas defensivos, desde empalizadas hasta trincheras, pasando por murallas, torres, fosos, castillos o fuertes, entre otros». Tipologías que están siendo estudiadas en el curso que el citado Revilla dirige.
También está motivada la celebración del curso en la localidad coyantina, que estos días vive jornadas de gran actividad y presencia de visitantes, como cada verano pues es uno de los incuestionables focos turísticos de la provincia. Y, además, « desarrollar un curso sobre patrimonio fortificado en la antigua Coyanza, permite visitar y conocer con detalle su impresionante castillo del siglo XV, asentado sobre un castro ocupado desde la prehistoria».
Precisamente este castillo, que está abordando una profunda restauración, fue el protagonista de una de las ponencias del curso, impartida en la jornada del martes por Fernando Barrientos, quien explicó los orígenes de la fortaleza coyantina y sus proyectos actualmente en desarrollo. «Asentado sobre un yacimiento de la Edad del Bronce, con importantes ocupaciones en la Edad del Hierro, tardoantiguo y altomedieval, hay vestigios murarios de un primer castillo construido hacia el siglo XII-XIII del cual recientemente se han hallado otra parte en una cata arqueológica. Sobre aquel primitivo castillo de tapial, los Acuña, condes y duques de Valencia, edificaron desde finales del siglo XIV un majestuoso alcázar o castillo que es el que actualmente vemos».
Los trabajos que se están realizando, las catas arqueológicas, han permitido constatar, por ejemplo, «la profundidad del foso así como los revestimientos originales de cal y arena que conserva, lo que será considerado en sus próximas intervenciones». El castillo acaba de quedar cimentado tras una importante obra cofinanciada por la Diputación de León y el Instituto Leonés de Cultura. Pronto se iniciarán obras financiadas por la Junta, con proyecto ya dirigido por el nuevo arquitecto del castillo coyantino, Fernando Cobos Guerra (que también intervino en el curso).
La jornada de ayer miércoles estuvo ocupada por los asistentes al curso a recorrer diversos ejemplos de fortificaciones, desde hora bien temprana hasta bien entrada la tarde, sin que el intenso calor les rindiera. «Empezamos por las excavaciones del Castro de los Judíos (en Puente Castro) que realiza un equipo de la Universidad de León; luego el Castillo de León (posterior cárcel y actual archivo histórico). Por la tarde, los castillos de Laguna de Negrillos, Toral de los Guzmanes y Alcuetas», explica Revilla, quien destaca la más que agradable sorpresa del ‘recibimiento’ en Alcuetas con representantes de su Ayuntamiento, Junta Vecinal y Asociación Cultural El Cerro. «No es que nos hayan ‘agasajado’ a nosotros, lo que delata esta presencia de representantes de todas sus instituciones, políticas y culturales, es algo que pudimos comprobar con mucha satisfacción, que «están volcados en la recuperación de su
emblema local».
Después de la intensa jornada de ayer hoy siguen con las ponencias, los estudios y unas miradas sobre la historia que «suponen un apasionante recorrido de 3 milenios para conocer los distintos tipos de fortificaciones desarrolladas por los seres humanos en la península Ibérica, con una visión interdisciplinar, gracias a las ponencias de arqueólogos, geógrafos, historiadores, archiveros y arquitectos», señala Revilla.Abordarán en esta recta final asuntos como ¿para qué servían las murallas de los castros? la presencia de las mujeres en los asentamientos fortificados, con el caso de la Gallaecia durante el ocaso del imperio o la más cercana presencia de huellas de la última guerra en España y el fortín de Las Fanas en el Frente Norte, sector San Emiliano en Babia, que se completará con un viaje virtual: «volando sobre las fortificaciones de la Guerra Civil y los paisajes del Frente Norte», a cargo del licenciado en Geografía, fotógrafo y experto en drones Sergio Peña Pérez, que a buen seguro dejará un excelente sabor de boca a los asistentes y servirá para cerrar este intenso curso.