El Gobierno no rebaja el peaje de la León-Astorga, pese al colapso de la N-120

La provincia vuelve a estar fuera de las prioridades del Gobierno, que reduce las tarifas de la AP-1 para aliviar la N-1 en Burgos, mientras congela el precio de la AP-71

D.L. Mirantes
28/12/2014
 Actualizado a 14/09/2019
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El día de Nochebuena el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, hizo público el regalo de Navidad para los conductores de vehículos pesados que circulan por la A-1 y la AP-1: una bonificación del 50% del precio del peaje. El objetivo de la rebaja es reducir la afluencia de la N-1, que discurre en paralelo a la autopista de peaje, y soporta el paso de unos 3.000 camiones cada día. Además, el anuncio fue acompañado de las mejoras que se llevarán a cabo en la citada nacional a demanda de los alcaldes de la zona.
El anuncio llegó pocos días antes de que se conociera el repunte generalizado de usuariosen las autopistas de España, que no ha llegado a la León-Astorga en la que, sin embargo, siguen cayendo los datos de afluencia y ya es la que menos vehículos registra a excepción de las radiales de Madrid, que serán rescatadas por el Estado.

No obstante, a pesar de la infrautilización de la autopista y del colapso que a diario registra la nacional paralela, el Gobierno sigue sin implementar rebaja alguna en las tarifas de la vía que gestiona la compañía Aulesa, concesionaria integrada en el Grupo Abertis que, por otra parte, ya ha visto como se reducen los costes de otras de las autopistas que mantienen en la red nacional. En concreto, tres tramos de la AP-7 en Cataluña mantienen bonificaciones del 100%, la propia AP-1también es gratuita para los tráilers desde Burgos hasta Miranda de Ebro y, por último, la AP-15 –que gestionan Itínere y el Gobierno de Navarra–cuesta un euro entre Pamplona y Tudela (unos 38 kilómetros).

El peaje de Villadangos para vehículos ligeros es de 1,40 euros, mientras que el de Hospital de Órbigo es de 3,25 euros, lo que disuade a los conductores de utilizar la autopista.Los casos referidos son ejemplos de alternativas a las nacionales y de como las bonificaciones realizadas pueden desviar tráfico de la carreteras convencionales hacía vías de alta capacidad, con lo que se mejora la seguridad, la fluidez de la circulación y se aprovechan los recursos públicos a disposición de los ciudadanos. Una doctrina que parece pasar de largo por la provincia leonesa en lo que respecta a la AP-71, donde el precio medio por kilómetro es de 0,13 euros y donde las bonificaciones se aplican en los momentos en los que la nacional registra menos actividad.
El incremento de tráfico, sobre todo pesado, en la carretera nacional como consecuencia del aumento de la actividad en el polígono de Villadangos, entre otros factores, parece no ser motivo suficiente para que la Administración se ponga manos a la obra en la búsqueda de itinerarios alternativos que sean atractivos para el usuario.

No obstante, un estudio del Departamento de Geografía de la Universidad de León, haciéndose eco de la Memoria Informativa del Proyecto de Plan General de Ordenación Urbana de León (2000), explica que ya por entonces era «el alfoz Oeste el que aporta mayor número de desplazamientos, debido a la localización de algunos de los principales núcleos periurbanos (Trobajo del Camino, San Andrés de Rabanedo, La Virgen del Camino) e implantaciones industriales y terciarias, lo que se suma a la población y actividades ubicadas generadoras de tráfico en las comarcas de El Páramo, Ribera del Órbigo y otras, más las ciudades de Astorga y La Bañeza, y todo ello sumado a la movilidad generada en el Occidente del tramo, en especial en El Bierzo». Una vía estratégica que algunos días puede llegar a registrar hasta 30.000 usuarios, muchos de ellos transporte pesado que ralentizan la circulación y reduce la seguridad de los desplazamientos.

Desde el Ministerio que dirige Ana Pastor de momento no se ha ofrecido solución alguna, pese a que esa solución podría encontrarse a escasos metros del problema. El anuncio de la congelación de los peajes para el próximo año y de los descuentos en otras vías no hace sino aumentar la sensación que sufren los alcaldes de los municipios que atraviesa la N-120 y que cada día ven más colapsadas las travesías de sus localidades. Un colapso que sigue, un año más y pese al empeoramiento, en lista de espera.
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