El Gobierno decreta el estado de alarma en España a partir de este sábado

AMPLIACIÓN | “El heroísmo consiste también en lavarse las manos, en quedarse en casa y en protegerse uno mismo para proteger al conjunto de la ciudadanía”, afirmó el presidente

Ical
13/03/2020
 Actualizado a 13/03/2020
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este viernes que el Consejo de Ministros decretará este sábado el estado de alarma ante el avance del Covid-19. Se trata de un paso previo para restringir la movilidad de personas y cerrar ciudades como medidas drásticas para frenar la propagación de este virus que llegó a España a finales de enero -el día 31 se confirmó el primer contagiado en La Gomera- y se ha cobrado ya la vida de 120 personas.

Así lo anunció Sánchez en una comparecencia en La Moncloa tras la reunión interministerial de seguimiento del Covid-19, que ha presidido de forma telemática. El presidente y su equipo han estado retocando la decisión que aprobarán este sábado hasta el último minuto. Con esta medida, el Gobierno puede restringir la libertad de movimientos, centralizar competencias, requisar bienes e incluso intervenir industrias o fábricas.

El estado de alarma, que se aplicará por segunda vez en España -con la crisis controladores aéreos 20108- aparece regulado en el artículo 116 de la Constitución española donde figura que “una ley orgánica regulará los estados de alarma, de excepción y de sitio, y las competencias y limitaciones correspondientes”.

“El estado de alarma será declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Consejo de Ministros por un plazo máximo de quince días, dando cuenta al Congreso de los Diputados, reunido inmediatamente al efecto y sin cuya autorización no podrá ser prorrogado dicho plazo. El decreto determinará el ámbito territorial al que se extienden los defectos de la declaración”, especifica el punto 2 de este artículo de la Carta Magna.

La Ley Orgánica de los estados de alarma, excepción y sitio habla en su artículo primero de que “procederá la declaración de los estados de alarma, excepción o sitio cuando circunstancias extraordinarias hiciesen imposible el mantenimiento de la normalidad mediante los poderes ordinarios de las Autoridades competentes”.

En su artículo 4 contempla que el Gobierno, en uso de las facultades que le otorga el artículo 116.2 de la Constitución podrá declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzcan situaciones que provoquen “alteraciones graves de la normalidad”.

Entre éstas, se habla de “crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves”, además de otras catástrofes, calamidades o desgracias públicas, tales como terremotos, inundaciones, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud.

Medios civiles y militares

Precisamente, Sánchez apeló a “la emergencia sanitaria y social” que genera el Covid 19, creando "circunstancias extraordinarias” que llevan a recurrir a la normativa para “dotar al Gobierno de recursos legales también extraordinarios”. Aunque no avanzó el detalle, el presidente apuntó que se adoptará “un conjunto de decisiones excepcionales al amparo de la declaración del estado alarma que se va a decretar” con medidas “orientadas a movilizar todos los recursos del conjunto del Estado para proteger mejor la salud de todos los ciudadanos”, garantizando las “condiciones para frenar esta pandemia con la menor afección posible”.

Con la decisión del estado de alarma, cuestión que trasladó a los líderes de los principales partidos políticos y a la presidenta del Congreso, Sánchez busca la “máxima coordinación de recursos, eficiente y garantizada del conjunto de las administraciones públicas y su mejor funcionamiento”.

El presidente trasladó que “nos esperan semanas duras” -no descartó que España llegue a 10.000 infectados- porque “estamos sólo en la primera fase de un combate contra el virus que libran todos los países del mundo y en particular Europa”.

Mayores

Con este escenario, remarcó que “todo el esfuerzo de las autoridades sanitarias tanto internacionales, nacionales y autonómicas está dirigido a evitar una propagación demasiado rápida del virus para poder así auxiliar a los pacientes que por su edad o por dolencias previas sean más vulnerables y precisen atención hospitalaria”.

No obstante, tal y como viene haciendo en todas sus comparecencias públicas, instó a seguir “a rajatabla” las indicaciones de los expertos y a colaborar “unidos para vencer al virus con la máxima responsabilidad y absoluta disciplina social”.

Si bien lanzó un mensaje claro a dos colectivos: a los mayores y a las personas con enfermedades crónicas que debilitan sus defensas les trasladó que “deben protegerse al máximo” frente a la infección y “evitar a toda costa” los contactos y la exposición en espacios públicos.

Y, también, a los jóvenes, a los que por “su vitalidad pueden sentirse al abrigo de los efectos más severos del virus” les recordó que “pueden actuar como transmisores a otras personas cercanas mucho más vulnerables”. “Su colaboración es decisiva para cortar los contagios y por eso deben limitar los contactos y mantener la distancia social”, afirmó el presidente.

El presidente se dirigió en varios momentos directamente a los ciudadanos, a los que llamó “compatriotas”, para que se queden en casa y extremen las medidas y evitar así el colapso sanitario.

“La declaración del estado de alarma permite movilizar al máximo los recursos materiales para combatir el virus” pero hay uno “fundamental”: “la victoria depende de cada uno de nosotros en nuestro hogar, en nuestra familia, trabajo, o vecindario”. “El heroísmo consiste también en lavarse las manos, en quedarse en casa y en protegerse uno mismo para proteger al conjunto de la ciudadanía. Tardaremos semanas, va a ser muy duro y difícil, pero vamos a parar el virus. Eso es seguro”, proclamó el presidente.

Sánchez concluyó su declaración institucional con el convencimiento de que “este virus lo pararemos unidos” aunque “tardaremos semanas”. “Con unidad, responsabilidad y disciplina social” se vencerá esta “emergencia”, amparándonos en el consejo de la ciencia y con todos los recursos del Estado; pero también “lo conseguiremos antes y con los menores daños humanos, económicos y sociales posibles si lo hacemos unidos y cumpliendo cada cual con nuestro deber”, sentenció.
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