Las redes sociales echaban humo desde horas antes, los empleados municipales se ganaron quitando la nieve el aplauso que tanto trabajo les cuesta lograr a sus jefes (por algo será), la sala VIP del nuevo Reino de León lucía más noble que nunca y con caras más circunspectas por el vídeo, el frío amenazaba con crecer, la niebla con bajar...
Y la nieve apilada en las bandas del campo, como en las fotos antiguas de aquellos años fríos o de aquel partido épico que acabaron empatando con el Zaragoza después de un 0-3...
Y allí, en la banda del reino de la nieve, tenían que trabajar esos locos (bajitos unos, gigantes otros) que son los fotógrafos de prensa que tienen otro baremo para medir cómo ha sido el partido de la Cultural. Creo que los cronistas no los saben aprovechar, son un indicio claro... Recuerdo muchas tardes de pena en las categorías de barro, llegaban Mauri o Dani y ante la pregunta de «¿cuántas fotos te maqueto» respondían sinceros: «Ninguna». Fin de la crónica.
En medio de tanto glamour se olvidaron, otra vez, de ellos. Los desterraron a la nieve y acudieron a otro glamour, el del cartón, así improvisaron sus materiales aislantes, su parapeto del frío...
Y sacaron sus objetivos enormes, esos por los que nunca les falta la gracia sin gracia: «Con esas cámaras hago fotos yo».
No te lo crees ni tú.
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