El investigado justificó su ausencia en la imposibilidad de poder personarse por la niebla intensa que dificultaba su traslado en coche. Aunque las últimas nieves han afectado a la zona y también la niebla, podría ser una estrategia para dilatar el procedimiento, algo habitual en este tipo de casos, según letrados relacionados con el caso. El hombre fue denunciado por la asociación Tyto alba semanas después del incendio y después de que la Policía Nacional sospechara de su autoría.
Bierzo Aire Limpio y la Asociación de Profesionales de Castilla y León son parte de la acusación que también requirieron el testimonio del hombre de mediana edad que ahora deberá ser requerido de nuevo para continuar el proceso. El resto de convocados a la declaración no presentaron su testimonio, a la espera de que la parte investigada lo haga. Entre ellos, la pedánea de Bouzas, Celerina Alonso que no tenía esperanzas de que algo se aclarara «me da pena que Bouzas se conozca por estas cosas», lamentaba antes de entrar a la sala de vistas, donde finalmente no pudo testificar, al suspenderse la vista por la falta del principal investigado. Alonso asegura que no han hablado con el hombre, porque no es muy sociable con los vecinos, pero considera que no se podrá aclarar nada «nadie vio nada y la presunción de inocencia está ahí. Yo no puedo contar nada porque no lo vi».
Más prevención
Lo que considera la pedánea es que la Junta tendría que reflexionar y «tomar medidas más serias haciendo desbroces. Se gasta mucho en apagar los fuegos, pero tienen que prevenir antes». Reconoce que la zona estaba descuidada y esa fue la causa de la evolución del fuego «ahora siguen un proceso que no va a llegar a ningún lado», augura «antes no había monte porque todo el mundo tenía ganadoy ahora hay mucho monte y una chispa que se escape hace que arda todo». Se quejaba Alonso de la suspensión de la vista, cuando considera que las condiciones del vial no debían ser tan malas como para no personarse en la causa.Por su parte, el abogado de Asfole, Ignacio Diego Terán asegura que se tendrá que volver a convocar en el tiempo en el que el juez disponga, un procedimiento que se puede repetir tantas veces como se quiera. Reconoce que las dilaciones son habituales en los juzgados, y no se aventura a dilucidar un resultado. El proceso, segúnDiego Terán está «a mitad de camino», sin tener clara la autoría aún del ganadero del incendio.
Las pruebas iniciales solicitadas tienen que ver con la posición de los teléfonos móviles en los días de los fuegos, pero Diego Terán considera que «es muy relativo», puesto que no quiere decir que el propietario del teléfono lo tenga en ese momento. Apunta que en este tipo de casos «hay pruebas más determinantes», como que hubiera otros fuegos en la zona, la existencia de industrias que se beneficiaran con él.