"El futuro será bueno si está trabajado por cada berciano"

José Luis Prada, fundador de Prada a Tope hace 50 años y recién elegido Hijo Predilecto del Bierzo por el Consejo Comarcal

Mar Iglesias
03/04/2022
 Actualizado a 03/04/2022
Prada acaba de ser nombrado Hijo Predilecto del Bierzo. | MAURICIO PEÑA
Prada acaba de ser nombrado Hijo Predilecto del Bierzo. | MAURICIO PEÑA
Habla en clave de Bierzo, «claramente meridiano» dice, intentando siempre ser entendido. Lo hace porque no lo fue con el discurso que maneja hace medio siglo, cuando Prada a Tope se tallaba en la comarca y en su corazón. Era el mismo, repite con insistencia, pero no siempre le tomaron enserio. Y es que Prada hablaba de amor y cariño a la tierra como base, de no anhelar lo grande y partir de las pequeñas cosas, pero enlazadas. De unidad en un Bierzo en el que la ha echado en falta. Y medio siglo después, lo que ahora añora es la belleza de aquella comarca que hemos ido descuidando. Pero no se queda en el reproche el que ahora será nombrado Hijo Predilecto del Bierzo, el empresario filósofo sabe que el futuro tiene sudor, lágrimas «sacrificio y persistencia». Y el secreto, el suyo y el del resto, el cariño a lo propio.

-No dejan de caerle reconocimientos, el último desde casa, el de Hijo Predilecto del Consejo Comarcal ¿llega tarde o considera que es el momento cuando se cumplen 50 años de Prada a Tope?
-Llega en el momento justo y adecuado. Es muy satisfactorio que se nos reconozca el trabajo que hemos hecho a través del tiempo. Tenemos muchos reconocimientos de fuera y me sorprende que con este haya habido tanta unanimidad para dármelo, cuando siempre he sido muy criticado (se ríe). Pero creo que eso es que la gente ha entendido nuestro esfuerzo y este reconocimiento espero que sea bueno para todos.

- Medio siglo de trabajo ¿qué balance hace de todos esos años siendo la voz de la marca Bierzo cuando esta ni siquiera existía?
-Yo siempre hice las cosas por mí, por mi empresa y por mi región. No va más allá. Al estar en un sitio hay que defenderlo y amar tu tierra. Ese fue siempre mi leit motiv, no intentar nada más que defender tu casa, tu entorno y tu región ¿se entiende?

-Es claro, pero no siempre todos lo han entendido…
-No tengo culpa de ello. Yo creo que si no defiendes tu tierra ¿a dónde vamos? Tiene que haber lucha, sudor, lágrimas también y no esperar a que nos traigan todo de fuera, si no ponemos nosotros nuestra parte... Todo lo que hagamos unidos hace que tiremos adelante.

«Las administraciones siempre van detrás porque tiene que ser la iniciativa privada la que tire»
-Una unidad que en el Bierzo ha reprochado y que parece que es nuestro talón de Aquiles…

-La unión hace la fuerza siempre. Pero cada pueblo tiene su idiosincrasia y no podemos pedirle peras al olmo. Lo importante es que haya amor por dónde vives, que tengas la fachada de tu casa bonita, la calle de tu pueblo…Son detalles que configuran el desarrollo de los pueblos. Ahora nos vamos a reunir con ayuntamientos que lo entienden así y es lo que queremos hacer aquí. Todos remando en la misma dirección y con amor a lo propio. Cada uno aportando pequeñas cosas…

-En sus 50 años como empresario ¿han cambiado mucho las cosas o el pensamiento o la comarca?
-Ahora veo un Bierzo peor que antes. El que yo conocí era de una belleza terrible y se está deteriorando. Poca gente lo cuida y, a pesar de ello, sigue siendo emblemático, lo cual significa que, si se cuidase…Pero no hablo de hacer en él inversiones de grandes empresas, sino cosas pequeñas. Eso es lo que traería un turismo de calidad.

-En este tiempo ha luchado por los productos propios, pero también por el cuidado del patrimonio y del medio ambiente adelantándose a las administraciones.
- Las administraciones siempre van detrás porque tiene que ser la iniciativa privada la que tire. Tiene que haber un inicio en la gente de cada pueblo, y eso hace que se mueva. Si nadie se mueve, el pueblo se conduce a una muerte anunciada. Pero los que viven en los pueblos tienen que ser consecuentes y luego llegarán las ayudas. Cada uno debemos esforzarnos en la búsqueda de la belleza del lugar en el que vivimos y no esperar a que otros lo hagan. Porque las grandes empresas pueden llegar, y al mínimo fallo se van y dejan abandono y deterioro. Eso no quiere decir que no tengan que venir empresas, si son serias, siempre serán bien recibidas.

-¿Le queda alguna pata que tocar aún?
-Mi ilusión no acaba nunca, si se acaba, se acaba el invento (ríe). Tengo metas hasta el infinito y vamos haciendo lo que se puede. Ahora estoy preparando la ampliación del torreón derecho del Palacio de Canedo y vamos a plantar 50 olivos en el bosque didáctico para ir reponiendo. Sin parar.

-Ve un pasado mejor que el presente para el Bierzo ¿y el futuro?
-Lo veo si hay sacrificio y trabajo de los propios para salir adelante. Tienen que ser ellos los que pongan la primera piedra y después vendrán las cosas, las administraciones. Con la bodega yo empecé sin nada y fue después cuando me ayudaron. No podemos estar esperando a que lo hagan. Tiene que haber trabajo, lucha, sacrificio y persistencia y no esperar a verlas venir. Cada uno debe poner una parte del trabajo y de la ilusión. Ahora todos hablan del futuro en la agroalimentación pero es un mínimo detalle, porque aquí el minifundismo no deja hacer grandes industrias. Lo que deja es que cada uno haga valer su producto. Será un futuro bueno si está trabajado por cada berciano y no se dejan llevar esperando grandes máquinas. Y con cariño, ese es el secreto de todo.
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