El futuro del empleo en las auxiliares, la siguiente batalla en la deslocalización

El cierre de la factoría, para el que ya hay fecha, puede marcar el final del negocio para algunas empresas que dan servicio a la fábrica de Villadangos del Páramo

D.L.M.
09/10/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Una de las manifestaciones contra el cierre de Vestas. | ICAL
Una de las manifestaciones contra el cierre de Vestas. | ICAL
El acuerdo entre la plantilla de Vestas y la multinacional danesa para el cierre ordenado de la unidad productiva de Villadangos del Páramo acerca el final del conflicto laboral para los más de 360 trabajadores que prestan servicios de forma directa al productor de aerogeneradores. Sin embargo, el cierre previsto para junio de 2019 afecta también a cientos de empleos indirectos en las empresas auxiliares con las que contrata Vestas para muy diversas tareas. En el horizonte se avistan ya nuevos recortes de plantillas, derivados de la pérdida de un cliente que en muchos casos, especialmente en el de las actividades industriales yla fabricación de componentes, es la piedra angular del negocio. La deslocalización de la factoría de Vestas dejará por el camino otros empleos que podrían desaparecer en un futuro inmediato como consecuencia de la salida de la multinacional danesa de la provincia. Así lo anticipan ya diversas fuentes sindicales, que una vez sellada la paz social en Vestas, temen futuros expedientes de regulación de empleo.

Se trata de un proceso similar al vivido en la minería, a una escala menor, pero con el mismo impacto negativo en el tejido industrial y empresarial
Por otra parte, la posible llegada de un nuevo inversor que mantenga en funcionamiento las instalaciones de Vestas tampoco supone una garantía de negocio ni de empleo para la mayor parte de las auxiliares que hasta la fecha han venido prestando servicios a la factoría de Villadangos del Páramo. Las mismas fuentes apuntan que se trata de un proceso similar al vivido en el cierre de la minería, a una escala menor, pero con el mismo impacto negativo en el tejido industrial y empresarial en generalde la provincia.

En este contexto, como acordaron la empresa y los trabajadores en la asamblea, la plantilla se reincorporará mañana a la producción que se mantendrá hasta finales de año, después de una huelga que comenzó el 16 de julio –más de cien días de parón– con altas cotas de movilización de la sociedad leonesa en el rechazo a los planes de una empresa que ha recibido importantes subvenciones públicas.

Por su parte, el director de operaciones de Vestas, Jean-Marc Lechêne, quien recibiera en mano la carta que Andrés Turienzo ‘Piru’ le llevó en bicicleta desde León hasta Aarhus (Dinamarca), reconocía ayer en un comunicado enviado a los medios que «el resultado de las negociaciones ha sido satisfactorio para ambas partes y nos alegra mucho haber logrado un acuerdo con los trabajadores que permita atenuar el impacto del cierre de la fábrica a finales de año. Cesar nuestra actividad en León con unas buenas condiciones de salida para el personal de Vestas ha sido siempre importante para la compañía», recalcó el también vicepresidente de la compañía.
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