El fútbol ofrece revancha

Venía la Cultural de hartarse de jugar y rematar en abundancia con escaso botín en goles y en número de puntos obtenidos. Al cuarto de hora de su visita a San Lázaro ya ganaba por dos goles de diferencia después de un disparo lejano y un error garrafal del portero rival. Esta vez el premio llegó antes que los merecimientos, aunque la Cultural salió en Santiago a por todas. Había sacado al descanso casi una decena de córners.

Y es que el fútbol siempre ofrece revancha. Javier Cabello es el mejor ejemplo. Ninguneado por un sector de la afición y de la prensa especializada por el simple hecho de no ser conocido o ser un tipo callado (vaya a saber usted por qué), el trabajo del cuerpo técnico empieza a tener recompensa. Ajustado el sistema defensivo y dando continuidad a un once base, la Cultural ha encontrado el camino y está dispuesta a dar que hablar.

El fútbol da una segunda oportunidad. Que se lo digan al propio Leandro quien, tras dos gazapos que no tuvieron castigo en forma de goles, sacó dos manos que acabaron por tumbar al Compostela.

Parece que, al fin, la suerte sonríe al culturalismo, aunque en el contador aún existen cuentas pendientes con la diosa fortuna. Siempre hay un momento para la “vendetta”. Peláez regresó a Santiago, marcó y calló bocas entre los abucheos de aquellos que no entienden que en verano luchara por sus intereses, como si no fuera lícito luchar por lo de cada uno. Es el fútbol y su memoria selectiva.

¿Se habrá olvidado el Somozas de su derrota en el partido de ida?. La revancha se sirve en plato frío, pensarán, pero la Cultural tiene su particular cuenta pendiente, con los rivales más modestos que tanto se le atragantan y con la historia: tres nuevos puntos le acercarían al play-off y abrirían de par en par la puerta de los sueños.