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El fracaso de la Ciuden

16/01/2015
 Actualizado a 10/09/2019
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¡Cuántas promesas incumplidas! ¡Cuánto fracaso! «Investigación puntera, innovación tecnológica, creación de cientos de puestos de trabajo o nuevo motor económico del Bierzo». Éstos eran algunos de los titulares que encontrábamos diariamente en la prensa relativos a la Ciudad de la Energía (Ciuden). El Consejo de Ministros programó su desaparición para el 31 de diciembre de 2014. ¿Por qué fracasó la Ciuden? Existen desde mi punto de vista dos grandes razones: estrategias inapropiadas y mala gestión.

La principal estrategia de la Ciuden fue liderar la investigación mundial en la captura y almacenamiento de CO2. Es decir, apoyar el modelo económico basado en el «monocultivo del carbón» frente alternativas nuevas y viables. Esta estrategia desde fuera de nuestro país se veía como suicida. La producción mundial de carbón es de 7864,7 Mt de las cuales sólo 6,1 son extraídas en España (nada: el 0,07 %), las reservas de carbón de nuestro país apenas llegan al 0,1 % del planeta y la producción eléctrica es irrelevante a escala mundial. Si España ocupa el puesto 35 del mundo en la economía del carbón, ¿cómo pretendía ser el número 1 en investigación y tecnología?

El científico berciano Andrés Cuevas, ideólogo de la industria solar española y catedrático de la prestigiosa Australian National University, lo dejó muy claro: «Hacer del carbón una energía ‘limpia’ e invertir en ello tanto tiempo y dinero, es casi una pérdida de ambos, máxime cuando ya hay energías con materias primas como la luz del sol, que no se agota, que han demostrado ya garantías y eficacia». La apuesta de la Ciuden por el carbón fue una terrible huida hacia delante, una muerte anunciada.

Si la estrategia de la Ciuden fue un fracaso, mucho más lo fue su gestión. Su primer Director General fue incapaz de aunar esfuerzos y generar un verdadero ‘cluster’ para el desarrollo del Bierzo. Gastó cientos de millones de euros y no consiguió ni siquiera el apoyo de empresas como Endesa. La politización de su gestión le mantuvo en permanente conflicto con las Instituciones con las que debería haber colaborado. Fue escasa su apuesta por las empresas y profesionales de la Comarca. Las gestión de sus sucesores ha sido también un fracaso, se han limitado sólo a ‘arruinar’ aquellos proyectos más exitosos y oportunos vinculados al agroturismo y la sostenibilidad (Bierzo Enoturismo, La Mirada Circular, ENE Museo,…). Estos proyectos tenían muy buenas expectativa de futuro. Lo único que nos queda ya es aprender de todos estos fracasos e intentar que jamás se repitan en El Bierzo.
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