El fiscal rebaja una de las penas, pero mantiene que los dos acusados cometieron el homicidio

La defensa de F.M.M.F. insiste en una “legítima defensa de libro” y la de M.M.F. en que no existen “pruebas objetivas” contra él

R. Á.
02/12/2021
 Actualizado a 02/12/2021
| SAÚL ARÉN
| SAÚL ARÉN

La presentación de las conclusiones definitivas e informes de las partes ocupó este jueves la última jornada del juicio por el tiroteo de 2008 en Villaobispo de las Regueras, en la que el fiscal mantuvo que de la actuación de los dos acusados, los hermanos F.M.M.F. y M.M.F., se puede deducir que ambos cometieron un delito de homicidio. No obstante, consideró que en el caso de uno de ellos, el de F.M.M.F., concurre una circunstancia atenuante. «Padecía –dijo– un trastorno por consumo de sustancias», por «drogadicción», aunque estimó que no está demostrado que en el momento de los hechos pudiera haber reducido «su voluntad o sus facultades». Sin embargo, teniendo en cuenta este factor, rebajó su petición de penas para F.M.M.F. a 11 años de prisión por homicidio y un año y tres meses por tenencia ilícita de armas, mientras que en el caso de M.M.F. sostuvo su solicitud inicial de 13 años de cárcel por el primero de los delitos y un año y seis meses por el segundo.

Por su parte, la defensa de F.M.M.F. presentó a los miembros del jurado popular dos alternativas, una en la que el disparo que provoca la muerte de la víctima lo efectúa un «autor desconocido» y otra en la que es su cliente quien lo hace. En este último supuesto subrayó que habría actuado en «legítima defensa», que se consideraría una «eximente completa». Además, añadió que en el caso se produjeron «dilaciones indebidas». Respecto a las penas, reclamó su «absolución» o, como mucho, «seis meses» por tenencia ilícita de armas.

La abogada de M.M.F., que también consideró que existen «dilaciones indebidas», volvió a insistir en la «inocencia» de su defendido, contra el que, según dijo, no existen «pruebas objetivas» de que hubiera disparado y, ni siquiera de que estuviera allí presente. «La ley es clara, a una persona se la condena con pruebas objetivas, no con conjeturas», remarcó.

«Soy completamente inocente»

Los acusados tuvieron también la oportunidad de cerrar el juicio pronunciando su última palabra. Una opción que F.M.M.F. rechazó y que M.M.F. aprovechó para decir que «el fiscal está completamente equivocado conmigo, se equivoca de lleno y soy completamente inocente».

«Actuaron conjuntamente»

En su exposición al jurado el fiscal reconoció que fue la víctima y sus hermanos los que viajaron desde Extremadura a León para buscar a los acusados por «revancha», por un «ajuste de cuentas» y que existe una «atenuante» favorable hacia uno de ellos por su situación de «dependencia», de «adicción» a las drogas. Pese a ello, destacó que durante el juicio se ofrecieron «pruebas válidas» y «obtenidas legalmente» que «han demostrado que los dos acusados estaban presentes (en el momento de los hechos) y que ambos intervinieron disparando» a la víctima. «Los dos actuaron conjuntamente», incidió.

«Está probado» también, remarcó, que fue F.M.M.F. el que efectuó el disparo que causó su muerte porque es la bala que salió de la pistola, no del revólver, la que se halló en el cadáver. Pistola con la que lo vieron algunos testigos y una mujer escuchó incluso cómo decía «lo he matado». Rechazó, además, que los acusados actuaran en «legítima defensa» porque la escopeta que llevaba el fallecido y sus hermanos «no se disparó» y «no existe prueba alguna de que se hubiera usado ninguna otra arma» más allá de la pistola y el revólver cuyo uso atribuyó a los dos acusados recordando, además, que los peritos únicamente hallaron indicios del uso de estas dos armas.

«11 y 13 años de prisión son penas elevadas», admitió el fiscal, pero «una persona perdió la vida y se debe hacer justicia», por lo que solicitó al jurado popular que analice las pruebas «con sentido común», porque de ellos es la decisión se si los dos hombres que se han sentado en el banquillo en las cuatro jornadas que se prolongó el juicio son culpables o no culpables.

«Juicio Pokemon»

La defensa de F.M.M.F. afeó al fiscal que en sus conclusiones provisionales, «que ratificó», reconociera que la víctima fue quien disparó primero, mientras que en su exposición sostuvo que no lo hizo. Criticó también que los testimonios de los testigos hayan hecho de este un «juicio Pokemon», en el que lo que han visto y lo que no ha ido «evolucionando». «A mí me ha quedado claro que mi cliente estuvo allí, lo que no me ha quedado claro es que disparara», subrayó, porque «no hay elementos de prueba que determinen» quién ejecutó el disparo mortal. «Eso lo dice el instructor del caso, ¿vamos a saber nosotros más que la Guardia Civil?», preguntó.

Defendió también que se actuó en «legítima defensa» porque «¿qué se supone que hay que hacer si te disparan? Si un señor cuando le disparan vacía el cargador no va a pensar en si esta es una reacción adecuada para ceñirse a la legítima defensa», protege su vida y si no lo hace sería «un idiota», dijo.

«¿Se turnan la escopeta?»

La abogada de M.M.F. mostró su «indignación» por lo que consideró una «situación de injusticia» hacia su cliente. «Esto se ha hecho mal desde el minuto uno, yo jamás he visto tal cosa», lamentó. Aseguró, además, que se ha realizado una «selección intencionada» de testigos y datos para mantener la acusación hacia M.M.F., cuando «ni siquiera fue llamado a declarar por la Policía y esta causa se archivó por no tener autor conocido». «No hay ni un solo testigo concluyente que lo sitúe allí», incidió, y puso también en duda que no se utilizaran más armas. «¿Se van solo con una escopeta? ¿Y qué hacen? ¿Se la turnan? ¿Tenían más armas los que iban a ser víctimas que los que iban a matar?», preguntó. Consideró, además, que si la escopeta no se disparó y el fallecido tenía residuos de pólvora en las manos «no salen las cuentas».

Sobre M.M.F. dijo también que «no le tiene miedo al juicio, tenía miedo a que lo mataran» y por eso «desapareció hasta que las aguas se calmasen», pero que no estaba allí lo dice hasta «la familia» del fallecido en conversaciones telefónicas, añadió, recordando también que en este caso no existe una acusación particular, la familia no se ha personado como acusación. Por último, se dirigió al jurado popular recordándoles que esto es «una falta de respeto al principio de presunción de inocencia» y no es «ninguna broma». «14 años es destrozar la vida de una persona. Pido un veredicto de no culpabilidad».

Entrega del objeto del veredicto

El objeto del veredicto se entregará este viernes a las 10 horas a los miembros del jurado popular, que posteriormente se retirarán a deliberar para acordar si consideran a los acusados culpables o no culpables.

 

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