El Extremadura, un rival crecido ante la adversidad para la Cultural

La derrota del pasado sábado ante el Talavera fue un torpedo directo a la línea de flotación de la Cultural. Aunque con la Liga todavía echando a andar hay margen suficiente para recuperar los puntos que se están escapando en estas primeras semanas, la enésima demostración de que algo no funciona en el entramado defensivo desquició a un Reino de León que pitó a los suyos tras el segundo tanto de los manchegos.

Quince goles encajados en solo siete partidos han puesto a la defensa y a Ramón González en el punto de mira y las próximas jornadas parecen decisivas para saber si el equipo leonés está realmente capacitado para mirar a la zona alta de la tabla o tendrá que conformarse con objetivos igual de importantes pero mucho menos ambiciosos.

En medio de las dudas y tras la dura ‘resaca’ que dejó el tropiezo ante el Talavera, la Cultural ya está preparando el duelo de este fin de semana ante un Extremadura que llegará al Reino disfrazado de cordero pero tiene corazón de lobo.

Once puntos en las siete primeras jornadas han conseguido los azulgrana, que se encuentran en la zona templada de la tabla, una situación que camufla el gran momento de forma que atraviesan los discípulos de Manuel Mosquera, que pude ser el mejor espejo en el que mirarse.

Y es que tras conseguir un punto en las tres primeras jornadas, el Extremadura tampoco empezó la Liga con buen pie y también se generaron dudas acerca del proyecto, pero ha sabido reaccionar y está consiguiendo ser el equipo que se presuponía antes de arrancar el curso.

Así, tras la goleada que sufrieron ante Unionistas en la tercera jornada (3-0), los extremeños han mostrado una cara muy diferente a la de las tres primeras jornadas logrando tres triunfos y un empate que le han catapultado en la clasificación, pasando de la penúltima posición a ponerse a dos puntos de los puestos de ‘playoff’.

De hecho, solo el propio Unionistas, líder y revelación de lo que va de curso, logra igualar los números del Extremadura en el último mes de competición, registros cuyo mérito se multiplica ante la difícil situación que vive la plantilla y el cuerpo técnico.

Tras un año de impagos por la mala situación económico del club e incluso con jugadores se les adeudan nóminas desde hace dos temporadas y que la situación ya es insostenible para muchos de ellos. «Existen casos concretos de compañeros de equipo que no pueden mantener a sus familias, pagar el colegio de sus hijos o cubrir los gastos del alquiler de su vivienda. Por si fuera poco, no disponemos de equipo médico, lo que implica tomar riesgos en cada entrenamiento, cubrimos nuestras propias pruebas como prevención», denunciaron los futbolistas en un comunicado emitido a principios de este mes de octubre.

Pero ni siquiera esa incertidumbre ha logrado bajar los brazos de un equipo que en la última jornada tumbó al Promesas y quiere reivindicarse como mejor sabe, sobre el terreno de juego.