El equipo de Regadera no asistirá a eventos en calidad de autoridad

La nueva legislatura ya está en marcha desde que el pasado sábado tomasen posesión las nuevas corporaciones municipales y mientras los recién llegados van ‘aterrizando’ en sus consistorios ya van poniendo en marcha algunas medidas que prevén que marquen el rumbo de los próximos años con ellos al frente de la gestión municipal. Es el caso del nuevo alcalde de Valencia de Don Juan, Juan Pablo Regadera, quien este miércoles ha publicado su primer bando con la intención de hacer saber a sus vecinos que ha tomado la decisión, junto a su equipo, de no intervenir en calidad de autoridad en manifestaciones o eventos culturales o sociales, tengan carácter lúdico, laico o religioso.

Así lo expone en un documento público en el que comienza exponiendo que una de las tareas de la corporación consiste en «promover, difundir, apoyar y fomentar todo tipo de actividades que mantengan vivas la historia y las tradiciones de Coyanza, así como aquellas culturales y de ocio que mejoren la calidad de vida de los vecinos». «Como servidores público no debemos convertirnos en protagonistas de estos actos ni mantener en ellos un papel que deje en segundo plano a los verdaderos protagonistas que son sus participantes y en definitiva, vosotros», afirma Regadera que ha tomado la decisión de no participar ni él ni por extensión el resto de la corporación en eventos como autoridad. Señala a este respecto que al tomar esta decisión, no reservará ningún asiento especial en primera fila para los miembros de la corporación municipal, ni se procederá a la inauguración oficial de ferias, exposiciones, actos eventos o concursos. También anuncia que no participará en desfiles como el del Corpus o de Semana Santa, mostrando en estos dos últimos casos su respeto al paso de las procesiones en la puerta del Ayuntamiento.

Aclara que sí figurarán como autoridad «y de manera excepcional» en aquellas circunstancias «que así lo requieran por tratarse de eventos de especial relevancia», como pueden ser las misas en honor a la Virgen del Castillo Viejo y del Bendito Cristo de Santa Marina «o cuando contemos en la localidad con la presencia de otras autoridades o personalidades». En el mismo bando, Juan Pablo Regadera ruega a sus vecinos que no malinterpreten su decisión «como una falta de respecto hacia un acto concreto». «Todo lo contrario», puntualiza.