El entrañable Pepe el barquillero

La emblemática escultura, obra del madrileño Óscar Alvariño Belinchón, ubicada desde 2001 en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada, es una de las estatuas más queridas y fotografiadas de la ciudad, tanto por su calidad artística como por el personaje al que representa

Diana Martínez
03/07/2018
 Actualizado a 19/09/2019
El barquillero, de Óscar Alvariño Belinchón, en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada. | D.M.
El barquillero, de Óscar Alvariño Belinchón, en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada. | D.M.
Pepe el barquillero era bueno, amable, simpático, currante y generoso. Media estatura, gafas grandes, una boina, la chaqueta desabrochada, una cartera al cinto para el cobro, una sonrisa siempre en la cara y una ruleta barquillera que parece que aún gira.Su carácter afable se había ganado el cariño de todo el Bierzo. En Ponferrada desembarcó en el año 1940 procedente de su Galicia natal y tras algunos años de trabajo en heladerías montó su propio negocio de barquillos y comenzó a recorrer fiestas y verbenas de una comarca emergente, desde la Pascua de Cacabelos, en marzo, a la fiesta de la vendimia, en septiembre. Cada partido de la Ponferradina, al campo, con su barquillera y su cesta. Domingos, eventos y fiestas de guardar, la silueta dePepe Cortés, Pepe el barquillero,inconfundible entre la multitud, repartía sonrisas y dulces. «Nadie perdía en la ruleta de Pepe». Así recuerda a este emblemático personaje de la sociedad ponferradina de la segunda mitad del siglo XX el periodista Toño Criado, amigo de Pepe y de su familia, conocedor de su oficio, su persona y su personaje. Y justo así, con todos esos rasgos, los físicos, los biográficos, y los de carácter, es como lo plasmó en el año 2001 el artista madrileño Óscar Alvariño Belinchón.

Albariño Belinchón es el autor de la escultura de Pepe el barquillero, el emblemático bronce de la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada, con la que cada día se fotografían tantos vecinos, turistas, peregrinos... Una de las muchas esculturas urbanas que decoran Ponferrada y, posiblemente, una de las más queridas y simbólicas para los ponferradinos.En esta obra se aúnan la calidad artística, reconocida en infinidad de ámbitos y por muchos expertos,y el recuerdo de un personaje entrañable.

El autor de la obra rememora el día de la inauguración . «Era tarde-noche y recuerdo la emoción de la familia, de la esposa, de las hijos.Fue realmente emotivo. Para un artista es muy atractivo el encargo de hacer una escultura de un personaje de estas características, pero a la vez complicado, porque todo el mundo tiene un recuerdo de él». En su gesto de bronce, en una esquina de la plaza, la escultura del barquillero consigue desprender «esa generosidad que me transmitió la familia en las entrevistas que tuve con ellos, en las fotos que me dejaron», explica el artista. Un personaje accesible, popular, cuya escultura se coloca por ello sin pedestal, a ras de suelo, a la altura del espectador. De gran realismo, «y un toque costumbrista», en la ropa, pero huyendo de ese tipo de grupos escultóricos de oficios que a menudo se colocan como cuadra y donde cuadra, al antojo del político de turno, la escultura del Pepe el barquillero está en su sitio, como planificó su autor, dándole total sentido y criterio a la obra para homenajear como se merecía al personaje.Desde luego, tal y como explica su autor, «no es un tronco con la cabeza de Pepe el barquillero. Tiene su pose, cómo clava las piernas, como mete los riñones», explica Alvariño, recordando su obra, colocada hace 18 años.

Para Toño Criado, el trabajo artístico es realmente bueno y fiel a lo que representa.Siempre he dicho sólo le falta la cesta, sin ánimo de crítica a la obra, ya que me parece una magnífica escultura de Óscar Alvariño”, multipremiado artista, de gran trayectoria y reconocimiento internacional, autor también de otras dos obras en Ponferrada, el Caballero Templario y el busto de Luis del Olmo.Un lujo para la ciudad reconocen muchos expertos, poder contar con tres trabajos de un artista de tal nivel y caché.

Por la obra en sí y por el carisma del personaje, Pepe el barquillero abre esta sección, ‘Vecinos de bronce’, que cada martes publicará LNC Verano y que trata de acercar a los lectores a las obras de artes ante las que pasan cada día, en las calles de sus ciudades y sus pueblos, a sus autores, a sus porqués,a sus detalles y a sus significados.
Archivado en
Lo más leído