El emblemático pico que domina el Esla y el Cea

Peñacorada es una cumbre mágica que se alza sobre la montaña y la llanura leonesas y parte de la palentina

Vicente García
27/10/2017
 Actualizado a 16/05/2022
Desde la cumbre con Taranilla al fondo. | VICENTE GARCÍA
Desde la cumbre con Taranilla al fondo. | VICENTE GARCÍA
Saliendo de las llanuras y oteros del sur y el centro de la provincia hacia el nordeste hay una cumbre solitaria que domina todo el paisaje. Se trata de la alargada cima de Peñacorada, cuya falda oeste desciende hacia la localidad de Cistierna, al sur las lomas que entre los ríos Cea y Esla descienden hacia el llano y al este la Guzpeña, así como vega del Cea y su aporte importante del río Tuéjar, que junto al arroyo de Fuentes y de Redimora también le abrazan por el norte.

No es una cumbre demasiado elevada, pero sus más de 1.800 metros se ascienden en poco espacio y con un fuerte desnivel desde cualquiera de los lugares en los que se inicie la ruta. Desde Fuentes de Peñacorada se hace una ruta clásica; más larga es la que comienza en Cistierna, pero entretenida a través de pinares y crestas. Desde las localidades de la Guzpeña el desnivel también es fuerte además de abrupto y pedregoso.

Sin embargo la más sencilla y cómoda es la que desde el santuario de la virgen de la Velilla se dirige a la cumbre por su cara norte que es la que se expondrá en la ruta que sigue.

La ruta comienza en el Santuario de la virgen de la Velilla, cerca de la localidad de la Mata de Monteagudo, desde donde se asciende por la pista que va hacia Fuentes, y que en los primeros tramos de amplias curvas se puede atajar subiendo en línea recta para ir así familiarizándose con el desnivel. La pista continúa más tarde ascendiendo y mejorando las vistas hacia la Mata o a las cumbres de la montaña palentina en especial el Espigüete. En el recorrido se puede ver el desvío a las ruinas del Priorato de San Guillermo. Durante más de dos kilómetros y medio se mantiene una cómoda subida moderada, para, al llegar al punto en el que la pista da un fuerte giro y comienza a bajar en el collado del Campurrial, el paso que se encuentra entre el roquedo que a la derecha baja de Peña Villa y a la izquierda de los contrafuertes del pico que se va a ascender, se deja la pista y se sigue un camino en una zona herbosa hacia un paso entre rocas para luego seguir a media ladera en un corto tramo, pero pendiente entre rocas que superan en menos de medio kilómetro más de cien metros de desnivel, para llegar a una collada en donde se ven los arroyos que descienden hacia el valle del Tuéjar. Desde esta collada se sigue por la loma un sendero marcado y visible con algún que otro hito, pero sin pérdida si no se abandona y que resulta ser el camino más cómodo para realizar la ascensión. El sendero va bordeando los resaltes rocosos y haciendo alguna revuelta para no ser tan empinado. Se trata del tramo que mayor desnivel supera, pues en casi un kilómetro asciende trescientos metros de altitud.Al final se alcanza la collada, desde donde se puede contemplar la llanura y las vegas del Cea y del Esla, así como las distintas poblaciones hacia el sur. Desde este punto se comienza a subir por la cresta y tras una serie de ascensiones ya con un menor desnivel que lo realizado anteriormente, se alcanza la cumbre, desde donde se pueden contemplar los Picos de Europa, las montañas de Mampodre, cumbres como el Pico Loto, el Yordas, el Susarón, la Camperona, y hacia el este el Espigüete y las montañas de Palencia y bajo ellos las localidades de Prioro, Morgovejo, Taranilla, Ferreras y toda la vega del Tuéjar.Hacia el sur la vista es muy amplia de toda la llanura, y en días claros se puede alcanzar a ver la ciudad de León.Para bajar se sigue el mismo camino de la subida hasta el santuario donde finaliza la ruta, procurando no despistarse al abandonar la cresta.
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