El ejemplo de Don Miguel

Si por algo se ha caracterizado esta provincia es por no dejar a prácticamente ninguno de sus hijos ser profeta aquí. Sobran demasiados ejemplos. Al que destaca, se le ataca. Al que se va, se le critica. Al que se queda y tiene iniciativa, se le ponen todas las zancadillas posibles. Por eso llama poderosamente la atención un caso como el de Miguel Cordero del Campillo. En la Universidad, como cuenta Fulgencio Fernández en el obituario que hoy publica este periódico, simplemente era suficiente con decir Don Miguel para que todos supieran a quien se refería. Su trayectoria profesional está fuera de toda duda. Los elogios a los fallecidos son previsibles, pues los hemos escuchado antes hasta de difuntos de una forma u otra controvertidos, pero la unanimidad con la que ayer la sociedad leonesa, desde los políticos hasta la comunidad educativa, reaccionó a la noticia de su fallecimiento deja fuera de toda duda el talento y el talante de este leonés nacido en Vegamián, pulcro en su trabajo, respetuoso con compañeros y alumnos, uno de los más destacados del grupo a los que se podría considerar como ‘padres’ de la Universidad de León, señalado para ser fusilado el 24-F... Historia ejemplar de esta tierra al que ya preparan homenajes que no deben de quedar sólo en hermosas palabras sino aprender del ejemplo que ha dejado Don Miguel Cordero del Campillo.